Norberto y Santiago López Amado invaden la Casa de Galicia de Madrid

Los hermanos López Amado, Norberto y Santiago, se hacen un “selfie” en la sala.
photo_camera Los hermanos López Amado, Norberto y Santiago, se hacen un “selfie” en la sala.
Los hermanos de origen ourensano inauguran sus exposiciones “Realidades fragmentadas” y “Perpendicularidad Paralela” en la capital a partir de mañana. Es la primera vez que exponen juntos

"Realidades fragmentadas” y “Perpendicularidad paralela”. Bajo esos dos títulos los hermanos López Amado, Norberto y Santiago, expondrán por primera vez juntos una muestra de su trabajo artístico. Lo harán, a partir del lunes y durante un mes, en un lugar muy especial para ellos: la Casa Galicia de Madrid.

Porque para los dos hermanos, Galicia y, en especial, sus raíces del barrio ourensano de A Ponte, están siempre muy presentes. “Qué bonito poder invitar en Madrid a que la gente vea en la Casa de Galicia algo que es tan nuestro y al mismo tiempo tan emocional”, aseguran. “Porque no dejan de ser expresiones de nosotros, que nos desnudan de alguna manera. Es un orgullo, pensando en nuestros padres, que Javier Vázquez (director de la Casa) nos haya brindado esta oportunidad de exponer nuestro universo, nuestro mundo. Estamos felices. Tenemos la casa para toda la familia López Amado”, añaden.

La idea

El proyecto surgió de una manera inesperada. Norberto López Amado, reconocido director de cine (“La decisión de Julia”, “El cuaderno de Sara” o el documental “¿Cuánto pesa su edificio, Sr. Foster?, entre otras) y de series televisivas de gran éxito (“El tiempo entre costuras” o “El príncipe”) lo recuerda: “Yo no soy pintor ni nada. Pero desde hace un tiempo hago un collage al día para meditar. Mucha gente que los vio, entre ellos José Besteiro, me dijo que tenía que exponer. Así que me puso en contacto con la Casa de Galicia. Le dije que el que realmente era pintor era mi hermano Santi y les pareció buena idea que hiciéramos la exposición juntos. Ahí salió todo”.

El título de “Realidades fragmentadas” se debe a que “cuando haces un collage lo que haces es ir cogiendo otras realidades, mezcladas en una nueva realidad. Cuando estoy rodando, por las mañanas me levanto y es una forma de relajarme. Trabajo mucho con cuadernos y al final me he juntado con unos 600 collages. Aquí traje como unos 150 y claro, no cabían. He tenido que hacer una criba.”

Santiago López Amado, quien hace unos años expuso en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, insiste en las contradicciones y expondrá su “Perpendicularidad paralela”. “No sé si me he pasado de cursi, de complicado y de artista conceptual. Pero me gusta mucho la contradicción. Lo paralelo y lo perpendicular son todo lo contrario. Cuando ves mis cuadros, parece que estás viendo una cosa y luego otra, pero al final es lo mismo. Lo perpendicular y lo paralelo es una contradicción que al final se engancha, tiene sentido, o eso es al menos lo que pretendo. En mis cuadros utilizo mucho la línea perpendicular y paralela y me gusta ese juego, la mirada ciega, el doble sentido”.

Herencia ourensana

Aunque en un principio son dos exposiciones diferentes, hay un hilo que las une que, de alguna manera, las complementa. “Santi tiene ese punto pop, esa mezcla de realidades que me encanta. Lo que me gusta es que no tenemos nada que ver, que eso está muy bien, pero, al mismo tiempo, hay algo complementario. Hay un nexo. Tanto los dibujos como los collages tienen un punto de alegría y hay muchísimas realidades mezcladas”, señala Norberto.

Su hermano reflexiona: “Es curioso, aunque no tenemos nada que ver, componemos de una forma parecida. No hay espacio apenas, mi pintura es muy parecida a un collage, es casi como recortar cosas y pegarlas, no hay un espacio en el que puedas ver una habitación, o un paisaje o un bodegón”. Y llega a una conclusión: “Creo que eso puede ser de aquella cosa que hacía papá, que pegaba fotos en las casas, a lo mejor en un espejo. Creo que ese desorden se nos ha quedado ahí metido en la cabeza. Mi hermano es mucho más delicado, más elegante a la hora de componer. Yo soy más bruto, pero sí es una forma de componer parecida y puede venir de ahí. Debe de ser de familia, una herencia”. Su padre era el periodista Luis López Salgado “Pitis”, un pontino muy querido y conocido y uno de los artífices de la edición internacional de La Región.

Y hablar de él es recordar sus orígenes. “Mi abuelo tenía un bar en A Ponte. Hay un cuadro de Santi en el que sale. Hay algo que tiene Ourense que siempre que lo recuerdo, me sale una sonrisa. Siempre lo recuerdo con lluvia, frío y niebla. Con Santi, el día 23 de diciembre, nos dábamos un paseo por la calle de los vinos y luego por el puente en niebla con las luces de navidad. Lo queremos repetir aquí en Madrid, para recordar a mi madre, pero no es lo mismo, no es igual, pero lo hacemos”.

La búsqueda

En los trabajos de ambos, el proceso de búsqueda está muy presente. “Creo que se buscan siempre preguntas, porque respuestas no hay. Ahí está el misterio, que nadie sabe la respuesta. Con el paso del tiempo y la edad vas evolucionando y quizás le das menos importancia a las cosas, no pesan tanto y no es tan importante el misterio. Lo importante es disfrutar, vivir, pasarlo bien, no importa mucho el final, lo que importa es irte planteando cosas. Yo no soy un pintor famoso, aunque llevo pintando toda la vida. Lo bonito del cuadro, y no lo digo como pintor si no como espectador, es cuando te enfrentas a él y tienes que trabajar y establecer un diálogo. El cuadro es muy activo, más que una tablet o ordenador. Los cuadros no hay que leerlos como un libro, se trata de que te emocionen, que te cojan el corazón. Eso es lo que yo busco con la pintura.”

Norberto López Amado comparte la reflexión: “La vida está llena de misterios sin resolver, pero que te están dando claves todo el rato. Yo no he puesto títulos a los collages, que cada persona ponga el suyo, y que cada uno busque un poco las posibles preguntas y respuestas”.

Escuchando a ambos hermanos no cabe duda de que además son amigos y grandes cómplices o como afirma Santiago “somos dos personas que tenemos cambiados los espíritus”.

“Él es muy cinéfilo y muy crítico. Está muy al día. Y yo soy mucho de ir a exposiciones. Mi forma de relajarme es ver exposiciones y la el de él ir al cine”, confirma Norberto, que acaba de finalizar el rodaje de “El cuento del lobo”, “uno de mis mejores trabajos. Es una película rodada en poco tiempo, pero es una de esas en las que me siento totalmente identificado. Y ahora además esta exposición, me siento un gran privilegiado. Este es mi año”.

La vivencia del lunes no cabe duda de que será muy especial para los dos hermanos y a lo mejor podría repetirse. “No lo sé se, podría decir que sí, pero ni idea. No estaría mal juntarnos cada cierto tiempo. Él no ha expuesto nunca, y yo muy poco, a lo mejor llama la atención”, afirma Santiago.

Y Norberto asiente: “Es una muestra complementaria y muy alegre. En la época que estamos viviendo tan especial y tan dura, poder llegar a ver una exposición que te remita a la infancia, a otros momentos, como son los cuadros de mi hermano, es de valorar. Y su alegría. Mis collages también la tienen, aunque son algo más misteriosos”.

Haya o no otra exposición conjunta, los dos tienen claro que seguirán trabajando mientras puedan. “Necesito rodar siempre, necesito estar en un proyecto. Quiero ser como John Houston, quiero morir rodando. Porque el sentimiento de estar vivo cuando ruedas, supongo que le pasa lo mismo a mi hermano cuando pinta, es tan grande. Con el paso de los años lo importante es resistir, el que resiste, gana. El que constantemente hace cosas hasta el final de sus días, ése es el triunfador, el que ha seguido aprendiendo durante todo el tiempo”.

Y Santiago López Amado está de acuerdo: “Yo voy todos los días a pintar unas horas a mi estudio, que la rutina sea trabajar. No existe ese mito de que el artista de repente tien una idea y ya está. Yo lleno muchas hojas, no puedo dejar de estar con la mano trabajando, dibujando, viendo cosas”.

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