El cabo ourensano José Manuel Pérez Argos, vecino de Tamallancos (Vilamarín), de 33 años, forma parte desde el 8 de enero del contingente de tropas españolas desplegadas en Letonia, en la unidad “eFP XII” de presencia reforzada avanzada, en la que ha trabajado codo con codo con los ejércitos de Albania, Canadá, Eslovaquia, Eslovenia, Italia, Montenegro, Macedonia del Norte, Polonia, República Checa y, por supuesto, Letonia en defensa de una de las fronteras este de la OTAN.
Este ourensano, actualmente destinado en el Batallón del Cuartel General XII en El Goloso (Madrid), lleva “con mucho orgullo” ser militar profesional, lo que le llevó a formar parte de la expedición de más de 500 militares españoles para ejercicios conjuntos de la OTAN, en uno de los momentos más complicados para esta misión, debido a la situación creada por la invasión rusa en Ucrania. De hecho, España decidió reforzar con 200 militares más el contingente en 2022.
España participa desde el año 2017 en esta operación de la Alianza Atlántica que se diseñó con el objetivo de mantener una presencia permanente en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia como medida de disuasión y defensa de las fronteras de la OTAN con Rusia. La misión, de naturaleza defensiva, tiene por objetivo evitar que la inestabilidad generada por los últimos conflictos se extienda a los países aliados del este de Europa.
Gran reto
Argos ha afrontado uno de los retos más importantes de su vida estos seis meses desplegado en Letonia, a punto de concluir y dar el relevo a finales de mes a un nuevo contingente. Se le han hecho duros, “pero estoy feliz, ya que estoy muy orgulloso de mí y de lo que hago”. En el día a día, se levanta a las siete de la mañana, desayuna y se pone en marcha: “Uno de mis cometidos como policía militar es observar el buen comportamiento del contingente español y colaborar con las policías militares de las otras naciones para mantener la seguridad dentro de la base Camp Adazi las 24 horas al día”. “Lo más difícil ha sido estar separado de mi pareja, familia, amigos… y no disfrutar cada fin de semana de mi afición, en la que ya llevo 17 años, el arbitraje de fútbol”, relata desde el país letón.
Preparación previa
En los meses previos al despliegue en la zona de operaciones letona, tuvo un programa de adiestramiento específico de instrucción para la misión, que finalizó con un período de concentración en el Centro de Adiestramiento de Zaragoza, en el que se reunieron todos los militares con destino a Letonia. Allí realizaron actividades de cohesión con otras unidades del contingente. En estas maniobras, participaron, entre otros medios, carros de combate ‘Leopardo 2 E’ y vehículos de combate de infantería ‘Pizarro’.Argos participa en la primera misión en el exterior en la que España despliega este tipo de capacidades. También se aportaron otros medios mecanizados como el transporte oruga acorazado M-113 o morteros pesados.
La rotación de la que formó parte este ourensano se asentó el 8 de enero en la instalación militar de Camp Adazi, a 30 kilómetros de Riga (capital de Letonia). Es la rotación número 12 desde que empezó la operación, tras la cumbre de Varsovia de 2016, en la que se aprobó “la necesidad de garantizar la estabilidad de la seguridad euroatlántica, mantener una Europa en paz, unida y libre, así como prevenir conflictos mediante medidas de defensa y disuasión creíbles”.
“Es muy importante la preparación, estudiar la misión en ‘briefings’ previos. Uno de mis grandes problemas fue el idioma, ya que el inglés es el idioma principal, y fue mi exigencia diaria, para todos y para mí mismo”, señala. La labor de este ourensano se antojaba fundamental en Letonia, al estar en alerta constante y garantizar el bien de los suyos ante la amenaza rusa, país vecino, en plena guerra con Ucrania. “España intercambia muchas técnicas y procedimientos de combate con todos los aliados de la OTAN”, relata. El tiempo adverso ha sido sin duda el principal obstáculo estos meses de misión.
El clima adverso
“Las complicaciones que tuvimos con la nieve fueron brutales, veníamos acostumbrados a otras superficies como las arcillosas, pedregosas e incluso arenosas, pero en todo momento ves en dónde pisas o ruedas con los vehículos”, aclara Argos. Él está en posesión de una amplia lista de carnets y atesora una experiencia en conducción, por lo que supo afrontar “todas las adversidades que se nos dieron en el camino”.
14 años de servicio
Argos lleva 14 años de “servicio a la patria”. Entró en el Ejército en 2009, pasó por la Legión en Melilla y la Brilat en Pontevedra hasta obtener el ascenso a cabo del Ejército de Tierra en mayo del 2019. Acabó destinado en la Brigada Paracaidista en Madrid. En 2020, realizó el curso de Avanzado de Policía Militar del Ejército de Tierra y fue destinado a una unidad policial militar. En la actualidad, es jefe de equipo en la Policía Militar del Batallón del Cuartel General XII en Madrid.
Acogida local
Lo que más echará de menos ahora es el contacto con la población civil letona. “El aprecio que nos tiene la población civil es digno de halago. Las pocas horas que tenemos para convivir con ellos y disfrutar del país es una constante muestra de agradecimiento por estar aquí”, un país en el que el Gobierno acaba de reintroducir el servicio militar obligatorio para hombres mayores de 18 años a partir de mediados de 2024, ya que el estallido de la guerra y el hecho de compartir frontera con Rusia y Bielorrusia ha motivado a las autoridades letonas a reforzar las capacidades defensivas del país. Letonia ha sido un país que históricamente ha estado implicado en muchas guerra y sus habitantes han sufrido mucho, por lo que su presencia allí fue “muy bien recibida y el trato con los españoles es magnífico”. Pérez Argos regresa a finales de mes: “Si no pasa nada, pronto ya estaré de vuelta en mi querida tierra ourensana”.
