Los ucranianos refugiados en Ourense suman 400, un 17% más que en mayo

Valentina Lykhva, en el centro, junto a otros compatriotas ucranianos, delante del albergue de San Xoán de Río.
photo_camera Valentina Lykhva, en el centro, junto a otros compatriotas ucranianos, delante del albergue de San Xoán de Río.
Al menos 21 de los ucranianos acogidos se fueron de la provincia de Ourense: 14 a Ucrania, 3 a Sevilla, 2 a Alemania y 2 a Letonia, según la Subdelegación

El 24 de febrero se cumple un año de la invasión rusa a Ucrania y la cifra de refugiados ucranianos en la provincia de Ourense sigue creciendo y ya alcanza los 400, lo que supone un 17% más que en el pasado mes de mayo, según datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno. Los municipios que están dando acogida a más personas huidas de este conflicto bélico son Ourense (131), Allariz (41), A Pobra de Trives (38), Ribadavia (34), Maceda (31) y Baños de Molgas (26), según las mismas fuentes.

La mayoría de refugiados son mujeres con niños, muchas de las cuales han dejado a una parte de su familia en el país natal. Otros, en cambio, decidieron abandonar la provincia. Al menos 14 personas regresaron a Ucrania porque sus ciudades fueron liberadas o mejoraron su situación; 3 se marcharon a Sevilla; 2, a Alemania; y 2, a Letonia.

Los datos suministrados por la Subdelegación del Gobierno en Ourense, que contabiliza a 379 ucranianos con protección temporal en la provincia, a fecha de diciembre de 2022, se corresponden con aquellas personas registradas a través de alguno de los dos modos de asilo: aquellos que han entrado en los Centros de Acogida al Refugiado (CEAR) y los acogidos de forma informal por ciudadanos o instituciones públicas o privadas, y que regularizaron su estancia en España a través de una Comisaría de Policía y han sido atendidos por diferentes ONG, como la Cruz Roja y Accem. Estas protecciones temporales a ucranianos, que ya son 160.000 en España, conllevan obtener el permiso de residencia y de trabajo, y poder usar sus carnés de conducir en nuestro país.

“Los que hayan llegado de otra forma a Ourense todavía no salen en nuestras listas”, explican desde la Subdelegación, que no tiene registrados a los 20 ucranianos que permanecen en el ayuntamiento de San Xoán de Río. Uno de ellos es Valentina Lykhva, de 47 años, que se quedó viuda después de que su marido falleciera a causa de un infarto al poco de empezar la guerra. Un vecino de este municipio le ha cedido, a un precio simbólico, una casa en la que vive con dos de sus hijos: Lisa, de 16 años, y Alexander, de 14, que están escolarizados en el instituto de Trives. Esta viuda quiere traerse también a Ourense a su hija mayor, de 26, y a su nieto, de 8, que están en Jersón. Allí Valentina tenía una floristería y ahora busca un trabajo compatible con sus problemas de espalda.

El alcalde San Xoán de Río, Xosé Miguel Pérez, afirma que hay 20 ucranianos en el ayuntamiento y que solo se han marchado tres. “Cada día recibimos solicitudes de gente para vivir aquí, pero hasta que no les encontramos casa no les damos el ok. Hay pocas casas de alquiler y se han disparado los precios. A finales de mes llega una familia de cinco miembros”, explica Pérez, que dice que la mitad de los niños del ayuntamiento son ucranianos y ya hablan castellano o  gallego.

En Maceda, su alcalde, Rubén Quintás, pionero en traer a refugiados a Galicia, asegura que todos viven en pisos de alquiler pagados por los voluntarios de Protección Civil. “Son todas mujeres y están trabajando en limpieza, comedores municipales u obradoiros. Una es cocinera en el Castillo de Maceda”, afirma este primer edil, que dice que llegaron a tener un máximo de 76 refugiados y ahora solo quedan 14, una cifra que no coincide con los 31 registrados por la Subdelegación el pasado diciembre.

La Cruz Roja de Ourense tiene alojadas a día de hoy, en sus propios recursos, a 51 personas refugiadas de Ucrania: 29 en un antiguo colegio de monjas de Sobrado do Bispo (Barbadás), 5 en un hotel de Baños de Molgas, 13 en pisos de Ourense ciudad y 4 en viviendas de O Barco de Valdeorras, según fuentes de esta institución, que cifra en 400 los refugiados ucranianos a los que prestaron ayuda durante el año 2022.  

“La tónica general es que los refugiados quieren ser independientes y útiles a la sociedad. Hay muchos que desean regresar a Ucrania”, asegura María Martínez, responsable provincial de su Programa de Asilo.  

Te puede interesar