A falta de las modificaciones que puedan surgir hasta la aprobación definitiva, el proyecto de Patxi Mangado en el Campus sufre variaciones en la ordenación del nuevo Plan Xeral. Según ha podido saber este periódico, el ordenamiento urbanístico en este ámbito no se corresponde fielmente al diseño 'A porta de Galicia', que ya había encontrado obstáculos por parte de la Xunta cuando el Concello tramitó, en 2010, la modificación del Plan entonces vigente (el de 2003) para incorporarlo.
Así, el documento aprobado inicialmente el pasado viernes extiende el ámbito universitario hasta el parque público que diseña en Castro de Oira, en el que prevé varios equipamientos terciarios de la Universidad. Además, varía una de las cuestiones más conflictivas del proyecto con respecto a los propietarios del polígono anexo (actual suelo urbanizable 25, zona cuatro), principalmente Casas Orense, que era el desplazamiento hacia A Lonia de los bloques de viviendas. Finalmente, los edificios residenciales aparecen retranqueados, pero hacia la avenida Otero Pedrayo, aunque con un volumen de edificabilidad inferior -unos 3.000 metros cuadrados menos- y también con un incremento de la vivienda protegida, lo que a buen seguro dejará sin efecto el proyecto de compensación aprobado en este ámbito el pasado mes de julio -el cuarto de los presentados por los dueños- y el de urbanización, que se encuentra en fase de tramitación.
Con esta modificación, y según afirman algunas fuentes, la gran plaza de la Universidad que diseñaba Mangado en el Campus desaparece como tal del nuevo planeamiento y en su lugar se reflejan dos espacios más pequeños junto a los bloques de viviendas. La nave ruinosa que en la actualidad se erige en este ámbito se refleja en el documento como equipamiento.
La unión del Campus con el resto de la ciudad a través del soterramiento del tráfico por la avenida Otero Pedrayo y el aparcamiento bajo esta vía, proyectos recogidos en el diseño de Mangado, sí aparece en el nuevo documento aunque la Xunta, que tendría que acometer la obra, no ha comprometido hasta la fecha la inversión. También se recogen todos los equipamientos que el proyecto de Mangado diseñaba en el ámbito público, como edificios vinculados a la investigación.
Con respecto al Plan de 1986, vigente en esta zona, el nuevo documento prescinde del aparcamiento vinculado a la residencia universitaria -cuya licencia de ocupación fue anulada por una sentencia judicial- y tampoco recoge la continuidad de la calle de la iglesia de la Asunción.
El proyecto de reordenación del Campus se gestó en 2008 con el objetivo de integral la zona universitaria en la ciudad, salvando la fractura existente. El proyecto, financiado entonces por Caixanova, tuvo un coste de 300.000 euros y preveía también un tranvía para conectar la zona con el centro.
Con esta modificación, y según afirman algunas fuentes, la gran plaza de la Universidad que diseñaba Mangado en el Campus desaparece como tal del nuevo planeamiento y en su lugar se reflejan dos espacios más pequeños junto a los bloques de viviendas. La nave ruinosa que en la actualidad se erige en este ámbito se refleja en el documento como equipamiento.
La unión del Campus con el resto de la ciudad a través del soterramiento del tráfico por la avenida Otero Pedrayo y el aparcamiento bajo esta vía, proyectos recogidos en el diseño de Mangado, sí aparece en el nuevo documento aunque la Xunta, que tendría que acometer la obra, no ha comprometido hasta la fecha la inversión. También se recogen todos los equipamientos que el proyecto de Mangado diseñaba en el ámbito público, como edificios vinculados a la investigación.
Con respecto al Plan de 1986, vigente en esta zona, el nuevo documento prescinde del aparcamiento vinculado a la residencia universitaria -cuya licencia de ocupación fue anulada por una sentencia judicial- y tampoco recoge la continuidad de la calle de la iglesia de la Asunción.
El proyecto de reordenación del Campus se gestó en 2008 con el objetivo de integral la zona universitaria en la ciudad, salvando la fractura existente. El proyecto, financiado entonces por Caixanova, tuvo un coste de 300.000 euros y preveía también un tranvía para conectar la zona con el centro.
