Políticos y agentes sociales detectan el desmantelamiento de prestaciones para privatizarlas

Los recortes sociales de la Xunta preocupan en Ourense

El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez (Foto: EFE)
Existe una honda preocupación sobre el estado socieconómico de Galicia, según indican políticos y agentes sociales ourensanos tras evaluar la encuesta que ayer publicó La Región sobre la política de austeridad de la Xunta, y donde la mayoría de las personas encuestadas constatan una notable merma de cuestiones tan importantes como la calidad sanitaria y educativa; un recorte de prestaciones que, dicen los ciudadanos, perjudica, además, a los más desfavorecidos.
El alcalde de la ciudad, el socialista Francisco Rodríguez, cree que la encuesta refleja la 'preocupante' realidad 'do desmantelamento dos servizos públicos' lo que, en su opinión, obedece a 'un interese premeditado por desprotexelos de cara a unha privatización'. Critica la falta de inversión, que se traduce en un aumento del desempleo - 'na nosa cidade, non houbo ningunha inversión autonómica en tres anos'- y recuerda que el Concello tiene que asumir servicios que la Xunta rechaza dar. 'Non podemos mirar para outro lado', sostiene, coincidiendo plenamente con la mayoría de los encuestados -un 65,2%- que, además, piensan que los recortes en los servicios públicos no van a ayudar a superar la crisis.

Desde el BNG, la parlamentaria Tareixa Paz tampoco oculta sus críticas a la Xunta porque 'evidencia un fracaso absoluto'. A su juicio, 'deixou desprotexidos os sectores económicos' y el Plan Impulsa 'non ten nada para incentivar a economía de Ourense'. En materia social, sostiene que 'a cidadanía xa se está dando conta dos efectos da drástica reducción en servicios públicos', que se traduce en despido de profesionales, cierre de camas hospitalarias o supresión de programas educativos. En la encuesta, más del 53% de los encuestados constata ese empeoramiento de la sanidad y un 65,2% piensa lo mismo de la educación.

Sin embargo, y pese a que más de la mitad de los encuestados califica de 'regular' las políticas de empleo de la Xunta (sólo las consideran buenas un 8,9%), el presidente de la CEO, Francisco Rodríguez, ve 'buena voluntad', pero es necesario, dice, el esfuerzo de toda la sociedad para salir adelante. Por ello, 'más que culpar a nadie, es responsabilidad de todos'. Entiende que es normal no ser optimista ahora, pero 'no hay que perder el optimismo de cara el futuro y sentar las bases para salir de esta situación'.


LA 'PASIVIDADE' DE LA XUNTA

Desde los sindicatos, Etelvino Blanco, de la CIG, detecta un 'deterioro dos servizos públicos enorme, que se nota especialmente na sanidade' y cree que conducirá hacia la privatización. En empleo, cuestiona la 'total pasividade' hacia Ourense y sostiene que el Plan Impulsa -que el presidente de la patronal defiende, atribuyendo a la propia sociedad y emprendedores no ser capaz de aprovecharlo- no sirve para dinamizar la provincia, sino para amparar 'anuncios de creación de empresas falsas, que se inventan en vísperas de procesos electorais'.

En el PP, el parlamentario Miguel Santalices considera que la mayor preocupación ciudadana es la sociosanitaria, coincidiendo así con los encuestados, pero dice que 'en Galicia lévanse dado pasos para garantir a sostibilidade do sistema sanitario, que é dos mellores do mundo', algo en lo que ya no coincide con los resultados de la encuesta, donde la mayoría -un 73,8%- cree que la merma de prestaciones sociales ha lastrado enormemente a los más desfavorecidos. Sobre la situación económica, destaca la 'sinceridad' del Ejecutivo de Feijóo, y cree que sí animará a la empresa 'porque ve un Goberno que pon mecanismos para saír da crise'.

Mientras, el presidente de la Federación vecinal Limiar, Manuel Carnero, recuerda que 'os recortes hai que empezalos por arriba e non por abaixo, porque non pode ser que se esté recortando nos traballadores, e sobre todo nos que menos gañan. A un traballador que gana 1.000 euros, que se lle vai recortar? Hai que empezar por arriba, polos que máis gañan e polos chiriguitos que sobran', afirma. También cuestiona la política laboral: 'En vez de ir a traballos fixos e estables, imos cara atrás. Ese non é o camiño'.

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