El Concello habilita una partida para instalar un nuevo sistema de alumbrado y aspersores más seguros

La restricción de paso a la Alameda provoca el aumento de actos vandálicos en el parque

Las grietas que se formaron en el muro, justo encima de la salida del parking. (Foto: Xesús Fariñas)
El vallado del paseo central de la Alameda do Concello para impedir el paso de peatones ante el riesgo de derrumbe por las obras del parking ha provocado un incremento de los actos vandálicos contra farolas, bancos y el sistema de riego en la zona. El Concello habilitó una partida para renovar el mobiliario público e instalar antes del lunes nuevas farolas, tuberías de agua y aspersores más seguros. Los actos vandálicos provocaron que, de noche, el espacio público esté a oscuras desde hace más de una semana.
Los sabotajes contra el mobiliario público aumentaron considerablemente en la Alameda de la ciudad desde que fue vallado el paseo central para impedir el paso de peatones ante el temor de que se derrumbara el firme hacia el parking subterráneo. Según explican desde el grupo de gobierno, en la Alameda se registraban actos vandálicos de forma esporádica, pero desde que se colocaron las vallas hay menos tráfico de personas y los gamberros aprovechan esta circunstancia para romper farolas, bancos y el sistema de riego, sobre todo los aspersores, lo que provoca que los paseos de tierra entre las zonas ajardinadas se conviertan la mayoría de los días en un auténtico barrizal.

El Concello también detectó que desde que fue instalado el vallado en la Alameda aumentó considerablemente la presencia de jóvenes para participar en el ‘botellón’, ‘y después de la ingesta de alcohol parece que todo está permitido. A un aspersor basta con darle una patada para que deje de funcionar correctamente y eche el agua hacia el paseo en vez de hacia una zona ajardinada’, afirmó ayer el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa.

Los sucesivos actos vandálicos llevaron a que toda la Alameda y los alrededores se quedarán a oscuras desde hace más de una semana, obligando a los viandantes a recurrir a linternas para acceder al parking o para encontrar el camino hacia sus casas sin temor a tropezar con el bordillo de la acera.

La situación obligó al responsable de la Concejalía de Medio Ambiente a programar una reforma, ya adjudicada a una empresa, cuyos trabajadores instalarán antes del próximo lunes nuevas farolas, bancos y un sistema de riego más seguro. El concejal Demetrio Espinosa apelaba ayer al civismo y a la responsabilidad de los ciudadanos para evitar los actos de vandalismo en la zona.

Grietas en el muro de salida del parking

Las grietas que se formaron en los últimos dos meses entre las piedras del muro de contención, junto a la salida del parking y las escaleras de lo que se conoce como Tras-Alameda, despiertan cada día la curiosidad de los peatones que circulan libremente por la zona, dado que esta parte no fue cerrada al público.

Curiosamente, el cierre que impide el paso de personas está a más de dos metros. Las grietas también son visibles entre las piedras del muro de la salida del aparcamiento, cuyos responsables declinaron ayer pronunciarse sobre una posible cesión del terreno.

El Concello inspeccionó la zona y, según recordaba ayer Andrés García Mata, concejal de Infraestructuras, la aparición de esas grietas ‘fue precisamente lo que llevó al cierre del paseo central de la Alameda, pero hay un proyecto, que ya fue entregado a la concesionaria del estacionamiento de vehículos para realizar todas las obras necesarias, trabajos que ya están siendo ejecutados’.

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