Los robos se modernizan en Ourense

Una patrulla policial, en plena ruta por la ciudad.
photo_camera Una patrulla policial, en plena ruta por la ciudad.

La mitad de las sustracciones con fuerza en verano se efectúan en los domicilios particulares. Las bandas itinerantes se han profesionalizado con técnicas como el “impresioning” y “bumping” 

La mitad de los robos con fuerza que se produjeron entre julio y septiembre del pasado año en la ciudad fueron en domicilios: 72 de los 144 denunciados. Es la época por excelencia para este tipo de delitos, aprovechando la ausencia de los moradores habituales en los periodos vacacionales.  El 70,58% de total anual se concentró en esos tres meses. Este goteo de esta temporada ya empezó. Los dos últimos, este fin de semana en la Rúa do Ensino.

Bandas itinerantes en Ourense

La Policía Nacional durante estos periodos lanza consejos ciudadanos para prevenir y pone el ojo a las posibles bandas itinerantes que se desplazan a Ourense, las más habituales en verano. A diferencia de los ladrones que buscan un botín rápido para sostener sus adicciones y violentan puertas o cierres, los más profesionales actúan de manera organizada y con sigilo. “Son ciudadanos, sobre todo, de países del Este, con roles definidos en cada uno de sus integrantes”, asegura el policía nacional Roberto González, el secretario gallego del SUP.  “Una persona se dedica a marcar los objetivos. Hay quienes con silicona, pegamento o testigos de plásticos finos (“siembra”, en el argot policial) en la puerta comprueban si hay alguien en la casa en función de si se rompe o no al entrar o salir”, explica González. Después, entran en acción los profesionales, quienes dan varios “palos” a plena luz del día y tal cual llegaron se van.

Técnica "impresioning"

La apertura de puertas sin forzamiento han incorporado una nueva técnica que ya se vio en el último año en la ciudad: el “impresioning”. Consiste en introducir una lámina muy fina de metal en el hueco de la cerradura para conseguir así la forma de la llave y acceder al interior sin tener que forzar la puerta. Convive con el “bumping”, que consiste en la introducción de una llave maestra que, al ser golpeada con un martillo, es capaz de hacer saltar los pistones de la puerta permitiendo el giro de la cerradura.

La sofisticación de las herramientas delictivas es un factor que, según apunta el SUP, debe ser tenido en cuenta por los vecinos. “Las cerraduras habría que renovarlas cada ocho años”, apunta Roberto González.  No en vano, la Unión de Cerrajeros ha pedido al Gobierno central un plan de renovación para cambiar todas las cerraduras. Calculan que se evitaría el 30% de los robos en viviendas. En Ourense, según fuentes del sector consultadas, al menos un 60% de las viviendas de la ciudad tienen cerraduras con tres décadas de antigüedad.  La Policía insiste en que a efectos de seguridad tan  importante es el tipo de puerta que protege la casa como la cerradura.

Brigada móvil

Para hacer frente a estos delitos, que provocan una gran inseguridad ciudadana, el SUP urge “la reforma del catálogo de puestos de trabajo de la Comisaría provincial de Ourense, porque a día de hoy hay muchos integrantes que deberían estar en Policía Judicial y están en la unidad de delitos tecnológicos porque no hay un catálogo propio”. 

La prevención es más necesaria que nunca en verano y para eso “hacen falta servicios extraordinarios”. Pero, insiste, en que no se debe olvidar la creación de una brigada  móvil policial para el transporte (solo hay en A Coruña, que se desplaza en ocasiones a la ciudad) para un mayor control de las personas que llegan a Ourense, sobre todo desde la llegada de la alta velocidad de cara a la prevención de la delincuencia especializada.  “La llegada del AVE a Ourense ha incrementado exponencialmente la conectividad con el resto de las ciudades AVE e incluso con otros países a través del aeropuerto de Madrid, que llegan en avión y se redistribuirán por el territorio nacional”.

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