Los que se quitaron la vida volvieron a superar, como antes de 2010, a los fallecidos en la carretera

La tercera edad concentra las muertes por tráfico y suicidio

El forense del Imelga en Ourense, Julio Jiménez, en la presentación de la memoria referente a 2011. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El elevado envejecimiento poblacional que azota la provincia (prácticamente el 29% del censo tiene más de 65 años) guarda una relación estrecha con la mayoría de muertes no naturales que han investigado a lo largo de 2011 los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que ejercen en su sede de Ourense.
Es una de las conclusiones que se deduce de la memoria de actividad de este centro referente al pasado año, presentada ayer por Julio Jiménez, responsable del equipo de forenses ourensano, quien alertó, en este sentido, de que 'las muertes por tráfico se disparan en mayores de 65 años' y que los fallecimientos por suicidio se concentran en personas de edad avanzada. No en vano, detrás de 17 de los 45 casos que vieron los forenses en 2011 por este último tipo de muerte estuvo una persona de más de 66 años. Asimismo, en cinco no se pudo precisar la edad, entre 0-17 años no hubo ninguno; entre 18-35, siete; entre 36-50 años, nueve y entre 50-65 también siete. Por otra parte, la mayoría de las muertes de esta tipología se dieron entre varones (36 casos), existiendo en la mayoría de los casos antecedentes psiquiátricos (en 24).

Por su parte, los siete profesionales de medicina legal del Imelga adscritos a Ourense (los mismos con los que contaba el centro en 1989) contabilizaron en 2011 un total de 34 fallecidos por siniestralidad vial, once menos que los óbitos que se registraron por suicidio, al contrario de lo que ocurrió en 2010, cuando hubo más fallecidos en carretera (41) que por la segunda causa (27). En lo referente a las muertes en el asfalto, los forenses también apreciaron que 17 de los 34 óbitos en este tipo de siniestros (el 50%) tenían más de 65 años (cinco entre 80 y 84 y tres entre 85 y89).

El informe, por último, constata que la incidencia de los suicidios en Ourense (con una tasa de 13,42 cada 100.000 habitantes) es superior a la gallega (10,92) y nacional (7,29). Asimismo indica que 'destacan' los casos de personas que se quitan la vida por patologías banales, que se obsesionan con enfermedades graves o por miedo a la dependencia.

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