La legalización implica dotar a la captación con un arenero, cuyo coste es 8.000 euros
Los problemas de financiación están complicando la legalización de las captaciones de agua, en los pueblos de Vilamartín. El alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, informó ayer de la solicitud de una entrevista con Augas de Galicia para solicitar su ayuda.
Explicó que el objetivo del equipo de gobierno es lograr que todas las captaciones del Concello sean legalizadas, bien por los vecinos (como son los casos de Córgomo, Portela y Baxeles), o por el Concello, si estos no asumen este trámite.
Añadió que la legalización implica dotar a la captación con un arenero, cuyo coste es 8.000 euros, y explicó que son nueve las que deben ser legalizadas.
