La producción de cereal roza en A Limia los 4.000 kilos por hectárea

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photo_camera La imagen más repetida esta semana en la comarca, como esta en una finca de Trasmiras. (P.P.)
En 15 días se dará por concluida la cosecha del de invierno y el de primavera en la comarca

La Comarca de A Limia cerrará en 15 días la cosecha tanto del cereal de invierno, como del de primavera. La campaña de recolección se inició este año a finales de julio, es decir, más tarde de lo habitual debido a las precipitaciones que se registraron a principios de verano. Actualmente y tras recoger el centeno, se está abordando la siega de la cebada y del trigo de primavera -el panificable-. “El cereal de invierno está para segar 20 días antes que el de primavera, que se siembra en marzo y un año normal se estaría cosechando ya. Sin embargo, este año llovió mucho y todavía se está empezando ahora”, explica Amador Díaz, quien recuerda que el cereal de invierno y el centeno tienen un ciclo más largo, pues se plantan en noviembre y se recogen en pleno verano. 

Los agricultores valoran la producción entre lo “normal” y “ muy buena”. El presidente de los Productores de Patata de A Limia destaca también “su buena calidad”, pues la primavera lluviosa favoreció esta cuestión: “No benefició tanto la lluvia de junio, que retrasó la recogida”, apunta. 

Julio Montero, uno de los agricultores que más cereal cosecha en la comarca, afirma que su producción oscila en esta ocasión entre los 3.500 y los 4.000 kilos por hectárea. “Considero que es un año normal, en un año muy bueno podrían recogerse hasta 6.000 kilos por hectárea”, explica Montero que, hasta el momento, ya ha recogido 55 hectáreas del terreno que ha plantado en total. “Me quedan sobre otras 50”, añade el productor, que ha plantado cereal de invierno, centeno, caaveiro y callobre.

Destino de los cultivos: elaborar piensos y pan

La finalidad de la producción de cereal de la comarca será integrar el proceso de elaboración de piensos y también de pan. En el caso de Almacenes Gamallo, en donde transforman gran parte de la producción de la comarca para la misma finalidad, lo restante se vende a fábricas especializadas. 

En cuanto a la rentabilidad de esta producción, los agricultores tienen que encontrar el equilibro entre los cada vez mayores costes -insumos, químicos, abonos y fertilizantes- y el beneficio -ronda los 20 céntimos por kilo-. El cereal representa, aproximadamente, entre un 30 y un 40 por ciento de la actividad de una explotación e, icluso, hay profesionales del campo que tan solo se dedican a la producción de cereal.

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