Nervios, ilusión y alguna que otra lágrima confluyeron ayer en la Casa da Cultura de Allariz, donde los alumnos de segundo de bachillerato del Instituto de la localidad celebraron su acto de graduación, uno de los más premiados de los últimos años.
Los años pasan y los tiempos cambian, pero una graduación es siempre una graduación. Y más en bachillerato, donde los jóvenes dan por concluida una importante etapa vital, abriéndose ante sí una y…
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