El éxito de público de la feria anima a programar otra para el verano

Allariz hace negocio con gangas de segunda mano

La afluencia de público fue constante toda la tarde.
Compra, vende, rebusca, reutiliza y comparte 'roupa e obxectos de segunda man'. Este era el eslogan de la feria de 'Gangas Allariz', que cerró ayer sus puertas con una notable asistencia de público y volumen de negocio. 'Non dispoñemos de datos sobre afluencia de personas, pero estamos moi sastisfeitos. A feira foi todo un éxito e xa estamos pensando nunha nova edición para este verán', explicó una de los responsables de la organización, Marta Piñeiro.
La feria tuvo como escenario la Plaza de Abastos, en la que un total de 12 personas instalaron sus puestos para ofrecer todo tipo de objetos, incluido calzado, discos, libros, cómic, material de decoración y ropa. Con la celebración de la feria, según Marta Piñeiro, se pretende dar vida a los objetos olvidados que están aún en buen estado para reutilizarlos y renovarlos.
La feria abrió sus puertas el pasado sábado con horarios de 16.00 a 21.00 horas y de 12.00 a 20.00 hora en la jornada del domingo.

casi de todo
Nada más abrir, los distintos puestos se llenaron de público que buscaba desde antigüedades y productos exclusivos hasta ropa y calzando. 'Sorprende a cantidade de xente que nos visitou', apuntó la responsable de la organización, destacando el interés despertado por la iniciativa. 'Hasta fai pouco tempo, comprar productos de segunda man estaba como mal visto, pero vemos que a situación está cambiando, algo que é bó, porque se poden encontrar productos moi bos a un bo precio', explicó Marta Piñeiro
'Gangas Allariz' nació entre un grupo de personas con el objetivo de dinamizar el transcurrir cotidiano de la villa aprovechando los productos que ya tenían almacenados en el trastero, pero que estaban en perfecto estado.
La idea fue planteada al grupo de gobierno que cedió las instalaciones de la Plaza de Abastos, que los propios organizadores decoraron a modo de ambiente festivo para atraer más clientela.
En un recorrido por los distintos puestos se podían encontrar películas antiguas, libros, discos de música, espejos, vasijas de porcelana y cristal, pinturas, llaveros e incluso abrigos y cazadoras de piel, a precios que iban desde un hasta los 50 euros, dependiendo de la calidad de la mercancía.
Marta Piñeiro reconocía ayer que la mayoría de los productos puestos a la venta era de 'gran calidade' y permitían renovar cualquier vivienda.
La afluencia de visitantes obligó en la tarde de ayer a los responsables de la feria a prolongar su horario de apertura hasta casi las nueve de la noche.

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