Allariz gusta, de visita y para iniciar un proyecto de vida. La villa alaricana recibió a lo largo del 2020 a 101 nuevos vecinos según datos del padrón municipal y, falta de que el Instituto Galego de Estadística cierre periodo oficialmente, el número de habitantes a 1 de enero de 2021 se situaría en torno a los 6.346. Se trata, según confirmó la regidora local, Cristina Cid, de la subida más acuciante de la última década y la clara consolidación del censo por encima de los 6.000 habitantes. "En anos anteriores tiñamos incrementos de entre 40 ou 50 persoas no cómputo global. No 2020 duplicouse este crecemento", explicó la alcaldesa nacionalista, quien aseguró que lo más positivo de esta cuestión es que Allariz atrae a la gente joven: "se pensamos no futuro, este feito danos unhas garantías á hora de ter unha pirámide de poboación normalizada, sobre todo, na vila", subraya.
El perfil de "nuevos alaricanos" con hijos en edad escolar se constata, por otro lado, en el incremento de las matriculaciones en el colegio de la villa: "estamos falando dun segmento de poboación que escolariza aos seus fillos e ás súas fillas aquí, e cada ano batimos récord con respecto ao anterior", asegura Cristina Cid.
Alfonso y María, con sus niños Cibrán y Breixo. Foto: O. Pinal
Una parte muy importante del padrón alaricano la componen oriundos de ciudades gallegas -Vigo, Ourense- de fuera de Galicia -Mallorca o Madrid- o incluso de las fronteras españolas -Italia-. Precisamente, de la capital estatal son Daniel Pozo y Estefanía Prieto, cocinero e ingeniera, respectivamente, que llegaron a Allariz el verano pasado dispuestos a desarrollar sus respectivas carreras profesionales y a crear un nuevo proyecto de vida para su pequeño Jaime. "Somos de Madrid, aunque llevamos en Galicia desde el 2014. Vivimos en un principio en la zona de Pontevedra. Veraneábamos allí porque la familia de mi padre es de ese entorno", explica Daniel. "Soy cocinero y, después de siete años viviendo allí, quise buscar nuevos incentivos. No buscamos específicamente venirnos a a Allariz, sino que mi hermano me dio un contacto para un posible trabajo en un restaurante de aquí. Vinimos a conocerlo y, la verdad, nos encantó, nos apasionó. Nos motivó el hecho de que hubiera mucha gente joven y familias con niños pequeños. También hay mucho apoyo del Concello e ideas para los niños, pero también para emprendedores", añadió. En este sentido, Estefanía, su pareja -ingeniera agrícola de profesión- está a punto de iniciar un proyecto sobre cultivo ecológico. "Estoy empezando a emprender. Me han dejado un terreno y estoy iniciando un proyecto de agricultura ecológica", cuenta Estefanía Prieto, quien confiesa que lo que más le gusta de Allariz es que "es muy cosmopolita. Hay alaricanos, pero también mucha gente de fuera. Creo que la gente de Allariz es muy receptiva con los que venimos de fuera".
Daniel, Estefanía y Jaime. Foto: O. Pinal
Menos tiempo que Daniel y Estefanía llevan los funcionarios Alfonso Cid y María Conde -con sus pequeños Cibrán y Breixo- en la villa alaricana. Dedicieron cambiar su apartamento de 60 metros cuadrados en Ourense por una casa en Allariz. "Buscamos casas en Ourense, pero había moitos problemas. Pasounos o mesmo en concellos limítrofes e dixemos: '¿que Concello ten as cousas ben feitas? Allariz. E aquí nos viñemos", asegura. "Aquí temos servizos e actividades e menos atrancos. A miña idea é pedir o traslado, a ver se teño sorte. Vivindo en Ourense xa viñamos moito a disfrutar de Allariz, do río, a comer, a cear... ¡e agora todo eso témolo na casa!".
