Cáritas parroquial cifra en un centenar las personas que dependen de los programas sociales

La beneficencia auxilia al doble de necesitados que hace un año

Uno de los contenedores habilitados para la ropa en la avenida Emilia Pardo Bazán. (Foto: MARCOS ATRIO)
Calzado, ropa y alimentos centran las necesidades de casi medio centenar de familias alaricanas. Así lo confirmaba esta semana los responsables de Cáritas parroquial, que señalaban que el número de personas que depende de la solidaridad vecinal se han duplicado en los últimos doce meses, pasado de una media de 40 personas en 2011 a cerca de 100 (y unas 38 familias) en 2012.
La situación 'es complicada para muchas familias, más de las que pensamos', alertan la coordinadora local, que se encarga, no sólo de atender el ropero, sino del reparto bimensual de alimentos, juguetes y aquellos pequeños gastos corrientes y necesidades del día a día que muchas personas no pueden hacer frente. 'Más de una vez pagamos un recibo de luz o de alquiler para evitar un desahucio y son muchas las veces que buscamos quien nos ceda una lavadora que ya no use o unos muebles para amueblar la vivienda de alguna familia necesitada', reconocen al tiempo que agradecen la colaboración fiel y desinteresada que realizan los vecinos.


EMERGENCIA SOCIAL

Los datos los ratificaba la concejala de Benestar Social e Participación Cidadá, Pilar Gallego , que enfatizaba un incremento notable del número de casos que llegan a los servicios sociales. 'As peticións das axudas á Renda de integración social de Galicia (RISGA) triplicáronse nas últimas datas', aseguraba Gallego Cid, que también reconocía un aumento en los solicitudes de las ayudas de emergencias social y las partidas municipales para personas en situación de riesgo.

En Allariz, Cártitas es la principal entidad que colabora con el Concello en la atención social con las familias. Una ayuda que, en muchas ocasiones traspasa las fronteras de Allariz, colaborando con emigrantes alaricanos que viven en Cuba o angoleños a través de la labor humanitaria que vecinos de la villa desarrollan con esa zona del continente africano. En todo caso, ese tipo de prioridades han comenzado a darse en la propia villa a raíz de la crisis económica.

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