"O boi" no recorrió el casco antiguo alaricano este domingo para evitar masificaciones y preservar la seguridad sanitaria. Sin embargo, su espíritu inundó las calles de Allariz no solo hoy, sino durante todo el fin de semana gracias a una marea verde de pañuelos y a la nota de color que pusieron los gremios. Los vecinos respondieron así a la propuesta de la Asociación Cultural Xan de Arzúa para mantener viva una tradición que se remonta a 1.317 y que, como muchas otras de la provincia, tendrá que esperar para recuperar su tónica habitual.
Mientras tanto, esta próxima semana los alaricanos disfrutarán de una exposición de fotografías propiedad del archivo municipal y de la asociación desplegada por el casco antiguo -18 lonas se han imprimido por primera vez-. Del mismo modo, los niños del Colegio Padre Feijóo y de la guardería protagonizarán algunas actividades conmemorativas. "Coa iniciativa da exposición queríamos reflexar as diferentes actividades que poderían ter lugar estes días dentro da festa: dende a baixada de San Salvador, ata as carreiras ou a procesión medieval, pasando por todas as actividades infantís. Á xente gústalle verse reflexada", explica Juan Seara, portavoz de la Asociación Xan de Arzúa.
Desde este colectivo animaron a las 600 personas que integran los 18 gremios de la fiesta a que en la jornada de este domingo, día en el que tendría que celebrarse la procesión teatralizada, se vistieran con sus trajes típicos. Muchos aceptaron la propuesta, aunque la mayoría optó por un pañuelo verde conmemorativo y que todavía se puede comprar en los establecimientos habituales alaricanos a un precio simbólico. "O boi non é soamente unha festa, é un sentimento para nós", asegura Lorena Villarino del Gremio de Os Toneleiros, al que pertenece desde hace cinco años. "É un ano moi diferente. Xuntarémonos os que poidamos mantendo as distancias", añade.
Precisamente, a Os Toneleiros pertenece también Jorge Feijóo, quien recuerda que un grupo de jóvenes de la zona, del que forma parte, fue el responsable de reactivar el gremio. En este sentido, desde Xan de Arzúa explican que en estos momentos está paralizada la creación de gremios pese a que existen muchas peticiones al respecto,con el objetivo de que las nuevas incorporaciones sirvan para reforzar aquellos grupos que han perdido integrantes. "Gústame moito esta fin de semana porque é a menos turística e hai máis xente do pobo, é algo máis familiar", explica Feijóo. "Este ano intentaremos manter a festa, a memoria e non perder a tradición. A ver se para o ano todo volve á normalidade", añade.
Mónica Fernández, de Os Curtidores, explica por su parte que no se pierde la fiesta "desde hace muchos años" y aunque admite que "es una pena" que este año no se pueda rememorar la tradición como siempre, no faltará a ninguna de las citas previstas dentro de ella: "Yo el año pasado, pese a todo, me vestí igualmente con mis hijas. Hubo premios por poner pancartas relacionadas con el 'boi', pusimos una y, de hecho, ganamos", recuerda la vecina alaricana. "Ayer tendría que haberse celebrado la subida a San Salvador, que es cuando se bajan los 'bois' y fuimos cinco a comer allí y bajamos andando", añade Mónica, que coincide con el resto de vecinos en que su momento favorito de la fiesta es el menos turístico: "Un día como hoy estamos los de aquí, disfrutamos del lugar. Como nos conocemos todos es una fiesta más nuestra".
Sin duda, los "bois" fueron los más extrañados este fin de semana y Michel Rodríguez, encargado de los "homes do sedeño" -los que guían al animal- da prueba de ello: "Claro que tenemos ganas de salir. Es el segundo año que no corremos, es como que nos falta algo", explica Rodríguez que, precisamente, participará en las actividades infantiles previstas para esta semana.
La Festa do Boi se mantendrá viva en Allariz hasta el próximo domingo.
