Unas 130 personas se sumaron a la misión de recoger ocho carros de madera el “Sábado longo”
Xunqueira de Espadanedo vivió su sábado más largo del año este fin de semana. Los vecinos de este municipio ourensano fueron de casa en casa en busca de carros. Ocho en total. Los que se colocaron en el Sagrado del Monasterio cisterciense de Santa María durante la jornada dominicial para que los vecinos despidieran la Semana Santa siguiendo la tradición.
Es el “Sábado longo” de Espadanedo, una cita imprescindible en el calendario de sus vecinos, quienes no recuerdan un año -a excepción de los de la pandemia- en el que no se llenara el Monasterio de antiguos carros de madera. Se celebra siempre el sábado antes del Domingo de Resurrección, pues el cometido es que los carros se dispongan atados formando un arco en punta y ataviados con productos del campo antes de la misa de Resurrección, sirviendo de pasarela a los fieles que acuden a la eucaristía.
Organizada por la Asociación Os Xuncos y con la colaboración de la Comisión de fiestas Santa Isabel y el Concello, la noche del sábado se alargó hasta las 05,30 horas. Eso sí, con un buen chocolate caliente y bica. “Tivemos moita participación, sobre 130 persoas, aínda que resistimos unhas 40, pero o máis importante é que este ano se uniu a mocidade de Xunqueira, o que para nós é algo moi emotivo porque nos garante a continuidade desta tradición”, señalan desde Os Xuncos, orgullosos de sus jóvenes.
La cita, que arrancó a las 21,30 horas con un cocido popular y la música del grupo La Patrulla, hizo que a los participantes se le pusieran los “pelos de gallina” al “escoitar o canto do carro dende diferentes lugares, porque iso significa que durante a noite soaba a tradición”, añaden.
Y tras dormir unas escasas horas, los vecinos de Espadanedo ya estaban listos para que “a festa continúe no Sagrado”. Allí, los ocho carros lucían bajo el sol que iluminaba el Monasterio y con la música tradicional de “Os Xuncos” de fondo. En las caras de los participantes del evento se podía vislumbrar un sentimiento de satisfacción y orgullo, por preservar su tradición y vivir el “Sábado longo” de 2023 con “gran participación”.
