Buscar una familia de acogida para Platero, el burro que se encontró abandonado en un río de Salcedo (provincia de Pontevedra), ya no será una misión imposible para la Asociación Andrea. Los integrantes de la entidad que trabaja por la defensa, recuperación y estudio terapéutico de la raza asnal recibió ayer al animal que, tras superar un proceso de rehabilitación, pasará a formar parte del programa de adopción en domicilio de la propia Asociación.
'Hace sólo cuatro años teníamos 42 burros recuperados en lista de acogida y ninguna familia receptora. Hoy, por suerte, los papeles se han invertido y contamos con listas de espera en las cuatro provincias gallegas', subrayaba David Lema, responsable de la entidad, quien explicaba que 'aunque hay muchos particulares que se ofrecen a acoger animales , la mayor parte son casas de turismo rural, un colectivo que nos está ayudando mucho en la recuperación y supervivencia de la raza en peligro de extinción'.
ROMPER EL CIRCULO
La llegada de Platero al complejo de O Rexo ha supuesto un doble motivo de satisfacción para los socios de Andrea. Por una parte, la noticia favorable de la recuperación de un ejemplar al que supuestamente su propietario arrojó al río por que ya no era válido. Y, por otra, 'la decisión y el compromiso mostrado por parte del Concello de Pontevedra al hacerse cargo del animal y apostar por su recuperación, rompiendo así esa dinámica que siguen muchos ayuntamientos de sacrificar al animal para deshacerse del problema'. Un círculo cerrado que, desde la asociación alaricana achacan a que, 'en Galicia no existen instalaciones que se hagan cargo de los animales de gran tamaño, a pesar de que la Comunidad lidera el censo de burros del Estado', apuntaba Lema.
Una labor que, para toda Galicia, realizan desde Allariz los socios de Andrea a través del centro de acogida y rehabilitación de burros abandonados y maltratados, 'con los pocos recursos que tenemos, porque las subvenciones de la Administración son nulas', destacaba David Lema, al tiempo que pedía a los políticos un compromiso mayor para 'evitar situaciones de maltrato'.
ROMPER EL CIRCULO
La llegada de Platero al complejo de O Rexo ha supuesto un doble motivo de satisfacción para los socios de Andrea. Por una parte, la noticia favorable de la recuperación de un ejemplar al que supuestamente su propietario arrojó al río por que ya no era válido. Y, por otra, 'la decisión y el compromiso mostrado por parte del Concello de Pontevedra al hacerse cargo del animal y apostar por su recuperación, rompiendo así esa dinámica que siguen muchos ayuntamientos de sacrificar al animal para deshacerse del problema'. Un círculo cerrado que, desde la asociación alaricana achacan a que, 'en Galicia no existen instalaciones que se hagan cargo de los animales de gran tamaño, a pesar de que la Comunidad lidera el censo de burros del Estado', apuntaba Lema.
Una labor que, para toda Galicia, realizan desde Allariz los socios de Andrea a través del centro de acogida y rehabilitación de burros abandonados y maltratados, 'con los pocos recursos que tenemos, porque las subvenciones de la Administración son nulas', destacaba David Lema, al tiempo que pedía a los políticos un compromiso mayor para 'evitar situaciones de maltrato'.
