Ofrece una pasarela para los visitantes que quieran ejercer de modelos

El primer Museo de la Moda de Galicia abre en Allariz

El alcalde y la concejala de Comercio, en el museo, el día de la inauguración. (Foto: Xesús Fariñas)
Muestra reliquias de la historia textil y comercial de la localidad ourensana que se podrán tocar y un taller


El primer Museo de la Moda de Galicia abre en Allariz (Ourense), en plena calle comercial especializada en 'outlets' y tras un trabajo de 8 años para rematar la rehabilitación del pazo de Castro Oxea y recepción de corsés, vestidos, boinas, lino y tejidos recuperados de familias de comerciantes como muestra de que Allariz contó con una burguesía 'a la moda' activa desde el siglo XVIII.

La presentación del pazo y su contenido corrió a cargo del alcalde de Allariz, Francisco Rodríguez y de la concejala de Promoción Económica, Cristina Cid, que hicieron de guías a los medios de comunicación, pocas horas antes de abrir las puertas a donantes y vecinos, a los que explicaron que frente 'a las políticas preconizadas por el FMI de recorte de salarios y de consumo, en Allariz seguimos invirtiendo'.

Rodríguez aludió a otros proyectos abordados para 'mantener la capacidad de atracción de Allariz y sus 2000 vecinos', como el apoyo y promoción de cerveza artesana, leche ecológica, carne de buey y licores tradicionales, todo ello orientado a la dinamización económica 'con fórmulas que vienen a aprenden aquí los responsables de villas de más de 30.000 habitantes y con resultados económicos superiores a los de muchas ciudades'.


VOCACIÓN INDUSTRIAL

La primera planta del pazo rehabilitado recrea la historia de la 'vocación industrial del sector textil de Allariz', según ha dicho Cid, y cuenta con espacios domésticos y reproducciones de tiendas y comercios dedicados a la venta de piezas de lino.

En el siglo XVII, según ha indicado Cid, la elaboración de lienzos, prendas y elementos decorativos de lino 'era de tal envergadura que no era suficiente el lino producido en la comarca y había que traerlo del resto de Europa, a través del puerto de Ribadeo', detalló.

Ese lino se blanqueaba y transformaba en los pueblos de Queiroás da Igrexa y Meire, y en aquella época hablar de un 'tejido Meire' implicaba un punto de calidad superior al de 'tejido Allariz', según han comentado, y eran habituales en los dos mercados mensuales, también reproducidos en el museo recién creado.

Los espacios que recrean tiendas, contienen piezas y prendas donados por vecinos de Allariz, y 'facsímil' de documentos sobre las auditorías que garantizaban la calidad de los lienzos de lino que fueron desapareciendo al llegar el siglo XIX, con tiendas en plena evolución que vendían tejidos nuevos y mostraban nuevas estéticas 'a la moda', antecedente de los felices años 20, según detalló Cid.


CORSÉS DE 1900

En la memoria de Cid y de su generación, según explicó, están nombres como Garriga, Delmiro y Euloxio, para hablar de comerciantes textiles que siguieron al día desde los años 60 y 70 del siglo pasado y son parte de los donantes del material recogido en el museo.

La decadencia del sector acabó con sastres y modistas que hacían trajes a medida, a cambio de procesos industriales rentabilizados a base de tallajes fijos 'pero Allariz mantuvo su vínculo y contamos con empresas propias de confección', añadió la edil.

De la época de esplendor se muestra una serie de corsés de Modesto Seara, y varios vestidos reproducidos y destinados a que los visitantes se los pongan y puedan hacerse fotografías con aspecto de burguesía de otra época.


SE PUEDE TOCAR

El propio alcalde estrenó una pequeña pasarela en la segunda planta, instalada para que cualquier visitante 'que quiera sentirse modelo' camine por ella, entre focos intermitentes y con el calor de un público que aplaude en fotografías que ocupan toda la pared.

Además, pensando en las visitas, un espacio dedicado a taller acoge patrones y todo el material necesario para elaborar una prenda, además de sombreros para probar, una caja de luz para diseñar prendas de ropa, una lupa para inspeccionar el aspecto de un trozo de tela y un espacio para niños decorado con 'mariquitas' recortables y gigantes, donde también los más pequeños podrán poner a prueba sus habilidades.

Los espacios están abiertos a exposiciones, actividades empresariales y venta de productos artesanos del sector textil de Allariz, pues parte de la oficina municipal de Promoción Económica se desplazará al museo para hacer su labor directamente en este espacio.

La planta baja está ocupada por una pequeña tienda vinculada con el museo y una cafetería-restaurante cuyo nombre 'Fío de liño' va acorde con la instalación.

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