Un regalo “grande e inesperado” a los fieles

photo_camera La peregrinación nacional de la iniciativa Madre Ven, nacida al albor del Año Mariano, ha llegado hoy al convento de Santa Clara de Allariz con la imagen de la Virgen de la Inmaculada a cuestas. Lo ha hecho, no obstante, sin anunciarse: "Ha sido un poco de sorpresa", confesaba uno de los párrocos que esta mañana recibía al séquito que acompaña a la imagen en su periplo por tierras gallegas. MOSTRAR MENOS
Las campanas de San Benito comenzaron a tocar al filo del mediodía para anunciar la llegada de María Inmaculada a la iglesia del Convento de Santa Clara. La peregrinación nacional Madre Ven hizo parada en Allariz, sorprendiendo a sus fieles. 

A media mañana de este lunes, los fieles alaricanos recibían, sin esperarlo, una recompensa a su fe religiosa: la visita de la imagen de María Inmaculada que, tras visitar Pontevedra, acudía al encuentro de las hermanas clarisas de Allariz por medio de la peregrinación nacional de Madre Ven, una iniciativa surgida para conmemorar la visita de la Virgen al Apóstol Santiago en el 40 Después de Cristo . 

Las religiosas de la Congregación Hijas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón María Madre eran las encargadas, en esta ocasión, de portar la imagen de la Virgen desde la Barreira hasta la iglesia del Convento de Santa Clara, en donde era recibida entre aplausos y “vivas” por algunos fieles que se enteraban de la visita y no dudaban en cumplir con su fe cristiana. “El de hoy ha sido un regalo grande e inesperado”, aseguraba el párroco de Allariz, Adrián Rodríguez, a los fieles que se reunían en el templo para rezar en torno a la virgen -que se quedó en el lugar cerca de dos horas- y pedirle “favores”. Entre ellos se encontraban también las hermanas clarisas de Allariz. “Debemos sentirnos agradecidos por estas sorpresas que Dios nos hace”, añadía el sacerdote. 

La hermana María de la Santa Cruz, una de las portadoras de la imagen, explicaba que “si la Virgen pasa por Ourense, tenemos que estar nosotras. Nos hemos sentido llamadas por ella”. Además, debido a que las clarisas “son religiosas de vida contemplativa, que no salen de su convento” era la Virgen la que acudía a ellas. Sabemos que son muy devotas del corazón de Jesús y nosotras queremos a todas las religiosas. Son nuestras hermanas”. 

El proyecto Madre Ven surgió del Padre Jaime Bertodano, Vicario en Getafe, que, junto a varios voluntarios decidió tomar acción en favor de las “necesidades de la sociedad” y para paliar las “crisis de fe y de valores”. Se trata, en definitiva, de “pedirle a la Virgen que nos traiga las mismas gracias que le trajo al Apóstol Santiago”, cuenta Enrique de Simón, uno de los voluntarios.n

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