ALLARIZ

Rodríguez Carballo: “Trabajar con el papa es como un regalo"


photo_camera José Rodríguez Carballo (a la izquierda de la imagen) presidió la eucaristía solemne en Allariz (MARCOS ATRIO)

El fraile franciscano, natural de Sarreaus, presidió la eucaristía en el monasterio de Santa Clara

Las hermanas clarisas y los apenas 30 feligreses que ayer participaron en la eucaristía en honor a Santa Clara disfrutaron del don de la palabra y la presencia del padre José Rodríguez Carballo, el secretario de la Congregación para la Vida Consagrada y arzobispo de Belcastro (Italia).

El fraile franciscano, natural de Sarreaus y considerado como uno de los cargos más notables del Vaticano, guió la celebración acompañado de 20 sacerdotes. "Llevo años viniendo a celebrar el día de Santa Clara en Allariz. Estar hoy aquí es una gracia y una gran alegría, porque yo estoy muy vinculado a Santa Clara y las clarisas", confesaba Rodríguez Carballo a la salida de la iglesia monacal, tras una misa solemne que se prolongó durante más de una hora y en la que hizo reir a las monjas de clausura que escuchaban atentas tras las rejas: "ya sabeis cuanto os quiero, aunque a veces os riña, o vosotras a mí", les recordó.

En su visita a tierras alaricanas, el fraile ourensano destacó la importancia del papel de las hermanas y su constante oración en un mundo lleno de guerras, de crisis económica, de falta de solidaridad y también de persecución cristiana ."Hace unos días 100.000 cristianos tuvieron que abandonar Irak por el único delito de creer en Dios", lamentaba el fraile y, al igual que el Papa Francisco, reiteró en la necesidad de volver al Evangelio "porque siempre es novedad, siempre es nuevo, no pasada de moda. Es una persona, una forma de vida y no una ideología", enfatizó.

Sobre su trabajo en Roma y su extrecha relación con el pontífice, el fraile franciscano confesó que es un regalo poder trabajar con él. "Yo lo defino como un regalo. Para mí, cada vez que hablo con el Papa Francisco salgo muy enriquecido porque cautiva, no tanto por lo que diga, sino por lo que es. Y eso trasciende después en lo que dice y es lo que atrae. Para mi es una gracia, lo conozco desde hace años y sigue siendo tan sencillo, cercano y tan hombre de oración y de sabiduría de gobierno como lo era antes. Y por eso creo que es una gracia para la Iglesia".

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