Los continuos retrasos en la apertura de la ecoplanta comarcal y el punto limpio, ubicados en Muíños, han provocado el enfado y un cierto desajuste en la estructuración del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos de los concellos de A Baixa Limia.
Los alcaldes de Bande, Entrimo, Lobeira, Lobios y Muíños llevan meses esperando el inicio de la actividad de la ecoplanta y punto limpio de Barxes, en Muíños. Las instalaciones comarcales, que desde hace más de un año cuentan con todas las autorizaciones y servicios (luz, agua, teléfono y accesos) necesarios para su puesta en marcha, están a la espera de que la empresa responsable de gestionar el transporte (Sogama) anuncie el inicio del mismo. Desde febrero nadie nos dice si falta algo. Pero, ante la pregunta de cuándo abrirán las instalaciones, siempre contestan que el mes que viene, se lamenta Plácido Álvarez, alcalde de Muíños. Los continuos retrasos han provocado desajustes en el sistema de recogida, porque ya habíamos estructurado la puesta en marcha del servicio comarcal, añade desde Lobios, José Lamela. Deben de transportar a diario sus residuos a San Cibrán, recorriendo en algunos casos más de 50 kilómetros.
Los responsables de Sogama alegan que las instalaciones no se pueden poner en marcha porque en el convenio a tres bandas que en 2004 firmaron la Diputación, Medio Ambiente y Sogama se especifica que ésta se hará cargo de manera global de las seis plantas pendientes que hay en la provincia. Aunque aseguran que, desde hace una semana, los técnicos están estudiando cómo subsanar ese punto del contrato sin que se vulnere jurídica y económicamente el convenio. Será la Diputación la que, una vez se ponga en marcha la ecoplanta, se encargue de gestionar el servicio de recogida de residuos que en la actualidad realizan los concellos.
Mejorar el servicio y reducir costes
A principios de año, los cinco concellos que integran A Baixa Limia acordaron en pleno la cesión del servicio de recogida de residuos a la Diputación. El último paso que permitiría la puesta en marcha de las instalaciones previsto, en un principio, para marzo. Desde entonces nos han estado dando largas, subraya Plácido Álvarez. La apertura de las instalaciones de Barxes permitirá reorganizar el servicio en toda la comarca, con mayor periodicidad y mejora en la recogida selectiva, incluida la de voluminosos, así como ahorrar tiempo y gasolina a los ayuntamientos. En la actualidad, son los concellos los que recogen y trasladan los residuos a la planta de Sogama en San Cibrán.
Los responsables de Sogama alegan que las instalaciones no se pueden poner en marcha porque en el convenio a tres bandas que en 2004 firmaron la Diputación, Medio Ambiente y Sogama se especifica que ésta se hará cargo de manera global de las seis plantas pendientes que hay en la provincia. Aunque aseguran que, desde hace una semana, los técnicos están estudiando cómo subsanar ese punto del contrato sin que se vulnere jurídica y económicamente el convenio. Será la Diputación la que, una vez se ponga en marcha la ecoplanta, se encargue de gestionar el servicio de recogida de residuos que en la actualidad realizan los concellos.
Mejorar el servicio y reducir costes
A principios de año, los cinco concellos que integran A Baixa Limia acordaron en pleno la cesión del servicio de recogida de residuos a la Diputación. El último paso que permitiría la puesta en marcha de las instalaciones previsto, en un principio, para marzo. Desde entonces nos han estado dando largas, subraya Plácido Álvarez. La apertura de las instalaciones de Barxes permitirá reorganizar el servicio en toda la comarca, con mayor periodicidad y mejora en la recogida selectiva, incluida la de voluminosos, así como ahorrar tiempo y gasolina a los ayuntamientos. En la actualidad, son los concellos los que recogen y trasladan los residuos a la planta de Sogama en San Cibrán.
