Sierras y valles que marcan el Xurés

Una red de senderos permite descubrir, a pie o en bicicleta, el patrimonio natural y monumental que ofrece Muíños, un municipio habitado desde el Neolítico que ha sabido conjugar conservación y promoción, siendo un referente del turismo deportivo

Agua, verde y piedra son la seña de identidad de Muíños. Un municipio bañado por los ríos Limia y Salas, que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos para hacer de sus dos embalses referentes de deporte y patrimonio. Muíños es también Xurés. El parque natural, Reserva de la Biosfera Transfronteriza con el vecino Gerês, tiene en esta sierra uno de sus emblemas y señas de identidad, y en todo el término municipal, una red de senderos para recorrer a pie o en bicicleta.

O Corgo: Es sinónimo de naturaleza, deporte y ocio. Una superficie de 26 hectáreas que abarca desde servicios de hostelería y restauración hasta instalaciones para la práctica deportiva, playas fluviales, espacios expositivos y una red de senderos que bordea el embalse de As Conchas, desde Parada de Ventosa hasta los límites con las tierras de Bande. Dentro de este espacio se encuentra también Outeiro da Cela, un parque con más de 30.000 árboles de 60 especies diferentes.

A Clamadoira: A 750 metros de altura y con unas impresionantes vistas sobre el valle del Limia se encuentra el santuario de A Clamadoira. Una capilla del siglo XVIII, posiblemente erigida sobre una construcción anterior, que celebra su romería el segundo domingo de septiembre. Por este punto atraviesa la ruta Torrente-Salgueiro, una de las propuestas señalizadas para conocer el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. Una oferta que se complementa con las rutas para bicicletas de montaña a través del Centro BTT Serra do Xurés.

Mirador: Los amantes de la fotografía y la naturaleza tienen una red de miradores que permiten captar la belleza del valle y de la sierra. Desde el Mirador do Lethes, en Barxés, hasta el de Toucelo en Requiás y con unas impresionantes vistas al Salas, pasando por los ubicados en Agrelo, Rañadoiro o Farnadeiros, estos dos últimos llevan el nombre de Val do Limia e Especemento en un pirivilegiado balcón hacia el curso fluvial.

Santuario de Couso: Enormes y labrados sillares con forma de arcos inacabados sorprende al viajero en el ascenso al valle del Salas. Se trata del Santuario de Os Milagros, un templo diseñado con grandes aspiraciones en los albores del siglo XIX, pero que quedó sin acabar. El recinto de lo que iba a ser el santuario, diseñado con tres naves y cruz latina, permanece cerrado con un muro bajo de piedra, conservando además una pila bautismal de piedra y un pequeño altar en una de las naves inacabadas.

Megalitismo: El valle de Salas, junto con la Serra do Leboreiro, conserva una de las mayores concentraciones megalíticas de Galicia. La creación del embalse supuso que muchos dólmenes y mámoas acabasen sumergidos bajo el agua, pero existe una interesante ruta que permite ver dólmenes en perfecto estado de conservación desde a Casiña da Moura, justo antes del puente que cruza la presa, hasta la necrópolis de Outeiro de Cabaladre, pasando por la Casola do Foxo. Esta última debe su nombre a una anexa trampa medieval que se usaba para cazar lobos.

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