Vecinos de Puxedo, en Lobios, llevan más de dos años esperando por el servicio de fibra óptica. Este núcleo de montaña de Lobios, con 38 habitantes y varios negocios de alimentación y de turismo rural, fue uno de los 10.400 de toda España incluidos en el Programa Nacional de Extensión de la Banda Ancha de Nueva Generación para implantar internet de alta velocidad (más de 100 Mbps) en el periodo 2019-2021, pero, a día de hoy, solo cuatro de las 58 casas de la aldea tienen acceso a este servicio.
El motivo que alegan los distintos operadores de telecomunicaciones “es que Telefónica no ha instalado la infraestructura necesaria para llevar el cableado desde la caja terminal óptica (CTO), ubicada en la entrada del pueblo, hasta las viviendas”, traslada Pablo Rodríguez, vecino del lugar y portavoz de la asociación vecinal, que no descarta emprender nuevas acciones si la empresa adjudicataria del proyecto y las administraciones no cumplen con el servicio que, según la ley, debería de ser universal para todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia.
La falta de fibra óptica, aseguran desde el colectivo vecinal, imposibilita el teletrabajo y también los trámites que la propia administración obliga a realizar telemáticamente a los vecinos. Una situación que se ha visto agravada por el empeoramiento del servicio de telefonía móvil en los últimos meses, “con averías continuas como la del miércoles de la semana pasada, que todavía está sin solucionar y que está generando numerosos problemas a los negocios del pueblo, que no pueden atender a sus clientes, y a los vecinos que ya han perdido, por ejemplo, citas médicas por falta de cobertura”, aseguran.
Desde la aldea también ponen el acento en el tendido eléctrico instalado provisionalmente hace más de seis meses para dar servicio a los hogares más próximos a la caja. Un cableado que contrasta con la lucha contra el feísmo que desde hace años lidera la aldea, con decenas de intervenciones públicas y privadas para embellecer su patrimonio. “El cableado está a poca distancia del suelo en muchos puntos y por encima de hórreos que se encuentran en el contorno de protección de Patrimonio Cultural”, describían.
