Hay casi 40.000 viviendas ourensanas que no tienen redes de nueva generación, es decir, fibra óptica, ni previsión de que alguna compañía la instale en los próximos tres años en base a planes de inversión creíbles, con lo que Ourense será la provincia en la que más puntos se queden descolgados de la alta velocidad de más de 30 megas, fruto de la fuerte dispersión. En total, un 15,7% de las viviendas de toda la provincia, especialmente en núcleos pequeños.
Así queda de manifiesto en el nuevo mapa de las zonas blancas, es decir, zonas sin cobertura de redes de más de 30 megas ni previsión de su instalación, que elabora anualmente la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales. Los últimos datos disponibles mostraban una previsión de acabar 2022 con un 71% de cobertura de fibra óptica, mientras que, con estos nuevos, datos, se sabe que más de un 15% saben que no lo tendrán ya al menos antes de 2025.
Sin embargo, el mapa de zonas blancas advierte de la situación en la que se quedarán 39.094 viviendas, que ni tienen banda ancha de nueva generación ni la tendrán a medio plazo, lo que las sume en el pesimismo. Aunque sí tienen o tendrán redes básica, como ADSL, se quedan desconectadas de la nueva generación de redes que permiten altas velocidades. Es la segunda provincia, tras Alicante con más casas excluidas de los planes para instalar fibra, pero es la primera del país si se mide en proporción a su parque inmobiliario.
El pasado 8 de marzo, el Gobierno sometió a consulta de operadores, administraciones, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y otros agentes la relación de estas zonas blancas. El plazo de remisión de respuestas acabó el 6 de abril y, una vez estudiadas las aportaciones (tres concellos ourensanos enviaron alguna comunicación), se aprobó este 29 de mayo la relación definitiva de estas zonas blancas, que el Gobierno elabora para la elaboración de nuevos planes de ayuda que se intenten focalizar en estas zonas, incentivando a los operadores para que acometan la inversión. Así, en muchos lugares de Ourense, la fibra está llegando (y llegará) más por empeño del Gobierno o los concellos de turno mediante planes estatales o locales que por decisión de las empresas.
PLANES EN DUDA
De todos modos, la previsión de Telefónica era llegar al 100% de los pueblos de Ourense con la fibra en 2024, si bien los últimos datos del Gobierno echan por tierra esta posibilidad, a no ser que se cree un plan que revierta las previsiones.
Los últimos en engancharse a la alta velocidad: “Me ha cambiado la vida”
La conctividad en el rural centraba ayer parte de una jornada sobre emprendimiento femenino en el rural en el Marcos Valcárcel, en la que la diputada de Reto Demográfico, Luz Doporto, puso en valor las “mejoras” que permiten que los emprendedores se “animen” más con proyectos en concellos despoblados. Andrea Lama, joven abogada que emprendió en Ribadavia gracias a las ayudas del gobierno provincial, destacó este aspecto: “No tengo ningún inconveniente en trabajar desde Ribadavia. Me llaman empresas de toda España cuando consideren. La conexión va fenomenal y para mí es un avance. Puedo estar aquí y en una hora mantener una reunión virtual con Barcelona. El covid también ha impulsado la digitalización”.
Lucas Conde vio cómo llegó la fibra a Moreiras de Cañón (Celanova) hace menos de un año: “Me ha cambiado la vida, antes tenía 6 megas y ahora tiene cerca de 100”. La diferencia es “enorme”, ya que “antes cuando quería descargar cualquier cosa tenía que esperar varias horas; ahora me lleva minutos”. Es aficionado a los videojuegos y esta mejora le permite disfrutar mejor de esta pasión y también influye en su formación, pues ya no tiene problemas para acceder a los recursos que necesita para la universidad: “Antes tenía miedo por si no tenía internet para hacer tareas o exámenes”.
