Desde que la píldora del día después se despacha sin receta, su consumo ha crecido un 83%, o sea, que algo está fallando si esto se usa como una contracepción de emergencia, y las emergencias se multiplican así, de ahí que su consumo aumente el riesgo para la salud de algunas mujeres y se recomiende exigir receta. ¿Cómo controlarlo sin prescripción médica? Incluso el Departamento de Sanidad de EE.UU. ha rechazado que las menores tengan libre acceso a la píldora por falta de evidencias sobre su seguridad.
En el caso español, se justifica diciendo que se evitan abortos, pero las estadísticas indican que los abortos aumentaron. El hecho de que su venta haya crecido tanto desde que dejó de exigirse receta es una muestra de la adicción a los fármacos en España. Parece como si todo lo quisiéramos solucionar con una pastilla. Pero en la conducta sexual, una píldora nunca puede sustituir a la prudencia del día anterior.
