n n nHoy, con la vista nublada por las lágrimas, intento abrazarte de nuevo, intento verte, intento escucharte y te veo, y te escucho, y casi... te abrazo. Prometimos vernos el día de entrega de diplomas, en el 'Centro Cívico de A Ponte', este viernes 22. Ya no podrá ser, y quiero que sepas que tu recuerdo nos unirá.
Por iniciativa del Concello de Ourense, los mayores de 60 años podemos acceder a distintas actividades. Para mí ha sido casi un sueño poder introducirme en el mundo de la informática y entrar en internet... un nuevo mundo. Emilio, el 'profe' de informática de Aspanas, nos llevó de la mano partiendo de cero. Juntos avanzábamos, lentos, pero seguros. Y Ana, Óscar, Elena, etcétera, fueron unos monitores de apoyo inigualables.
El curso siguiente, por ausencia de algunas personas, quedaron plazas libres. llamaron si quería repetir; y como había quedado tan contenta, acepté. cuando comenzó el curso, Emilio ( el 'profe') estaba de baja por enfermedad. Sentimos su enfermedad y su ausencia, nos había enseñado tanto... Entonces, Pilar y Ana se hicieron cargo de las clases. A Pilar no la conocía. A Ana sí, había sido una gran ayuda para mí en el curso anterior . Pilar, con gran elegancia y respeto, cedió la conducción de la clase a Ana, apoyándola sólo en momentos puntuales, hasta que sintió que ya no era necesaria. Fue una demostración de confianza hacia Ana, que por mi parte sé que merecía. Y ahí, con tu esfuerzo y aguantando muchas veces nuestra falta de atención; y otras nuestra prisa por aprender demasiadas cosas, estabas tú regalándonos tu paciencia y saber.
El mensaje que te envié el último día de curso decía: 'Gracias por tener tanta paciencia con nosotros/as: de corazón, gracias. Un beso, Amalita'. Las lágrimas nublaban mis ojos. Nos fundimos en un cariñoso abrazo, prometiendo vernos en la entrega de diplomas. Este viernes 22, estarás allí con tu mirada interrogante: '¿Si? ¿Lo vais entendiendo?'
Yo he entendido perfectamente todas tus enseñanzas, lo que no entenderé nunca es este final, con 29 años. Este final...
Y vuelve mi vista a nublarse, y vuelvo a llorar... y vuelvo a escucharte y vuelvo a verte... e intento abrazarte...
DESCANSA EN LA PAZ DEL SEÑOR.
El curso siguiente, por ausencia de algunas personas, quedaron plazas libres. llamaron si quería repetir; y como había quedado tan contenta, acepté. cuando comenzó el curso, Emilio ( el 'profe') estaba de baja por enfermedad. Sentimos su enfermedad y su ausencia, nos había enseñado tanto... Entonces, Pilar y Ana se hicieron cargo de las clases. A Pilar no la conocía. A Ana sí, había sido una gran ayuda para mí en el curso anterior . Pilar, con gran elegancia y respeto, cedió la conducción de la clase a Ana, apoyándola sólo en momentos puntuales, hasta que sintió que ya no era necesaria. Fue una demostración de confianza hacia Ana, que por mi parte sé que merecía. Y ahí, con tu esfuerzo y aguantando muchas veces nuestra falta de atención; y otras nuestra prisa por aprender demasiadas cosas, estabas tú regalándonos tu paciencia y saber.
El mensaje que te envié el último día de curso decía: 'Gracias por tener tanta paciencia con nosotros/as: de corazón, gracias. Un beso, Amalita'. Las lágrimas nublaban mis ojos. Nos fundimos en un cariñoso abrazo, prometiendo vernos en la entrega de diplomas. Este viernes 22, estarás allí con tu mirada interrogante: '¿Si? ¿Lo vais entendiendo?'
Yo he entendido perfectamente todas tus enseñanzas, lo que no entenderé nunca es este final, con 29 años. Este final...
Y vuelve mi vista a nublarse, y vuelvo a llorar... y vuelvo a escucharte y vuelvo a verte... e intento abrazarte...
DESCANSA EN LA PAZ DEL SEÑOR.
