las banderas en los balcones

Quienes desde fuera de España conocían la idiosincrasia socio-política de los españoles, seguramente tras los últimos acontecimientos deportivos habrán tenido que cambiar el sentido del pensamiento y la opinión sobre el patriotismo hispano.
No pueden generarse al mismo tiempo tantas contradicciones en la españolidad. Se sale de la lógica sociologicamente hablando. Podríamos creer que España era tal vez el único país del planeta en donde la bandera representativa no se mostraba mas que en los centros oficiales, si acaso en caso en las festividades y para eso no en todas las regiones. Era como bien sabemos hasta motivo de mofa y falta de respeto de un importante porcentaje de ciudadanos que colgaban el sambenito de fachas a quienes de algún modo la ensalzaban. Y desde luego era impensable la exhibición en la ventana de un domicilio.

Sabemos desde luego que el deporte es capaz de unir tendencias políticas distintas, si estas no son demasiados profundas en el ego de las personas, pero manifestar satisfacción, alegría y jolgorio de los éxitos deportivos con la bandera que simboliza la patria de todos, es por lo menos un poco chocante, un poco exagerado.

Bueno es que estos hechos se produzcan y si fuese muchas veces, mejor, pero me temo que esto no es más que el canto del cisne, sin óbito final. En España no nacemos como en otros países , con orgullo de patria por encima de todas las tendencias políticas posteriores, somos diferentes hasta para eso.

Todo esto ha salido a relucir por los éxitos de la selección de fútbol, y que sigan por muchas generaciones, no sólo por la satisfacción de los futboleros, que somos muchos, sino que así nos acostumbramos también a manifestar positivos sentimientos de alegría generalizada.

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