El señor Molares del Val, en su columna que publica en este diario, afirma el costo bajo de nuestra Casa Real.
Lo fija en un poco más de 8 millones de euros. Nada más y nada menos que más barata no ya que cualquier otra monarquía del entorno, si no también, que república europea alguna. A lo que hace mención es a la cantidad que se asigna directamente al monarca, vía Presupuestos del Estado, para que el citado lo distribuya libremente para el sostenimiento de su familia y Casa. Se recoge en el artículo 65.1 de la Constitución. Pero el coste real de la Casa Real es bien distinto, ya que existen partidas presupuestarias de distintos ministerios dedicadas a su sostenimiento, amén de la mencionada asignación directa. Cantidades que desglosadas por ministerio serían: Ministerio de la Presidencia, 96.920.070,00 euros; Ministerio de Defensa, 291.800.000,00; Ministerio del Interior, 88.500.000,00; Ministerio de Hacienda, 28.000.000,00; Ministerio de Asuntos Exteriores, 10.000.000,00; otros ministerios, 22.500.000,00, y gastos con cargo a los fondos reservados del Estado, 15.500.000,00 euros. Si a las anteriores partidas desglosadas añadimos la asignación directa recogida en los Presupuestos Generales del Estado de 8.434.280,00 euros, el gasto anual de la Casa Real del Borbón se cifra en 561.654.350,00 euros (más de 500 millones de euros).
Allá los europeos con sus caras monarquías o repúblicas; yo, como españolito que ha venido al mundo, con ingresos inferiores a la media de mis vecinos europeos, el costo real de la Casa Real, en plena crisis que agobia a sus súbidtos, se me antoja un derroche insoportable.
Allá los europeos con sus caras monarquías o repúblicas; yo, como españolito que ha venido al mundo, con ingresos inferiores a la media de mis vecinos europeos, el costo real de la Casa Real, en plena crisis que agobia a sus súbidtos, se me antoja un derroche insoportable.
