CARTA A UNA TRÁNSFUGA

Llevo desde el pasado mes de septiembre siguiendo paso a paso y con sumo interés tu hazaña. Créeme si te digo que no me extraña en absoluto lo tuyo, tus modos y formas de actuar. Quizá no sea la primera vez que lo hagas, quizá tampoco vaya a ser la última. Quien te conoce bien te define como una persona caprichosa, que o bien se hace tu voluntad o... y, una vez más se cumplió el 'hágase tu voluntad'.
Reconozco que la culpa no ha sido tuya al 100%. Imagínate tú, ponerte en unas listas electorales de un gran partido en un puesto de salida privilegiado. Pero ¿qué habías hecho tú antes por el PP? ¿O por algún vecino tuyo? La respuesta es: absolutamente nada.

Mira, tus amigos dicen que ya se esperaban algo así. En tu conciencia queda. No quieres dar explicaciones, unas explicaciones que, por lo menos, los votantes que te eligieron si se las merecen. Ya sabes, 'quien calla, otorga'. Y ahora, los grupos minoritarios, si, esos que siempre buscan unirse en raros pactos, porque si no son incapaces de lograr una mayoría, dan órdenes, ponen normas, etcétera.

Ten en cuenta que los vecinos de Celanova no son tontos. Y quizá esos vecinos valoren, más que tú, la palabra lealtad. Lealtad hacia quienes te eligieron y hacia quien te dio una oportunidad.

Montse, ojalá te vaya bien y nunca precises de un favor de quienes traicionaste.

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