La calle Sánchez Artega de Ourense, más conocida como 'La Chapa' (zona del Veintiuno), era hasta hace pocos años una zona tranquila.
Desde que la reformaron y le pusieron un parque con campo de fútbol, ha dejado de ser, paradójicamente, una zona segura. El campo de fútbol está mal vallado por la parte que da a la carretera (el resto de la verja que da al parque está perfecto); esta situación ha sido causa de varios sustos con los coches, porque se propicia más de lo recomendable la escena de la pelota que sale fuera y del niño corriendo detrás de ella, con el consiguiente peligro. Hasta el momento no se ha producido ninguna desgracia, aunque es posible que se produzca el día menos pensado.
Pero no es este el único problema de la Chapa: En ese mismo parque hay bancos y mesas en las que es frecuente encontrar a jóvenes de entre 17 y 23 años trapicheando y consumiendo drogas al lado de la zona infantil donde juegan los niños más pequeños. Algunos de los jóvenes citados, además, circulan con los coches a gran velocidad haciendo todo tipo de maniobras peligrosas: el otro día, uno de ellos, al hacer un trompo, casi arrolla a mi tía, prima, primo (un bebé que todavía va en la silla) y a una amiga que iba con ellos. Otra consecuencia de estas maniobras temerarias son los baches que hay a la entrada de la calle Sánchez Artega y en la subida a la Chapa desde Santa Ana o la calle Río Arnoya, más pronunciados en esta última.
Por si esto no fuera poco, en la Chapa se están produciendo robos: a un tío mío le robaron todo lo que llevaba en la guantera del coche y a los ladrones no les dio tiempo a más porque salió un vecino y se escaparon.
Lo que reclamo es que vallen el campo de fútbol adecuadamente, que reparen los baches y sobre todo más presencia policial para que los niños no tengan que presenciar escenas poco edificantes.
Pero no es este el único problema de la Chapa: En ese mismo parque hay bancos y mesas en las que es frecuente encontrar a jóvenes de entre 17 y 23 años trapicheando y consumiendo drogas al lado de la zona infantil donde juegan los niños más pequeños. Algunos de los jóvenes citados, además, circulan con los coches a gran velocidad haciendo todo tipo de maniobras peligrosas: el otro día, uno de ellos, al hacer un trompo, casi arrolla a mi tía, prima, primo (un bebé que todavía va en la silla) y a una amiga que iba con ellos. Otra consecuencia de estas maniobras temerarias son los baches que hay a la entrada de la calle Sánchez Artega y en la subida a la Chapa desde Santa Ana o la calle Río Arnoya, más pronunciados en esta última.
Por si esto no fuera poco, en la Chapa se están produciendo robos: a un tío mío le robaron todo lo que llevaba en la guantera del coche y a los ladrones no les dio tiempo a más porque salió un vecino y se escaparon.
Lo que reclamo es que vallen el campo de fútbol adecuadamente, que reparen los baches y sobre todo más presencia policial para que los niños no tengan que presenciar escenas poco edificantes.
