CUANDO EL TAMAÑO SÍ IMPORTA

Uno de los motivos que ha provocado la proliferación de coches todoterreno por nuestras ciudades es el de la seguridad para sus ocupantes.
También el de una incomprensible y ventajosa fiscalidad en algunas comunidades autónomas. Volviendo al primero de los motivos, cabe preguntarse si esa seguridad no se vuelve inversa para los ocupantes de vehículos utilitarios en caso de colisión. Lo mismo que sucede con los camiones, considero que los todoterreno deberían tener una regulación más estricta en cuanto a condiciones de circulación y requisitos para conducirlos. Cuando se comentan delitos contra la seguridad vial con este tipo de vehículos, deberían juzgarse con mayor dureza. Porque conducir es una responsabilidad y si hay un choque entre un todoterreno y un utilitario, el segundo sale peor parado. Si además el que sobrevive es el conductor del todoterreno y da positivo en la prueba de alcoholemia, la ley debe ser implacable. Igual te suena la historia.

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