La tormenta financiera que ha venido azotando al euro y amenazaba con arrastrar a España al borde del abismo, finalmente parece que se calmó. Los mercados comprobaron la rapidez en la reacción de Grecia, que ya tiene nuevo Gobierno, y el cumplimiento del plan de Italia, al aprobar en el Senado el paquete de medidas anticrisis.
Las bolsas europeas subieron y las primas de riego comenzaron a relajarse en espera de que el Congreso italiano ratifique la aprobación. Y, por supuesto, que Silvio Berlusconi haya hecho efectiva su dimisión. Cosas ambas que ya se han producido.