YA LO DECíA DON QUIJOTE

Los psicólogos sociales explican el comportamiento humano como resultado de la interacción de estados mentales y situaciones sociales inmediatas. En otras palabras, interesan los efectos que un individuo ejerce sobre los grupos y los efectos que, a su vez los grupos ejercen sobre él.
En tiempos de recesión económica el sentir colectivo atraviesa sentimientos de pesimismo atroz. La resignación y el abatimiento hacen mella en el individuo y suelen conducir a la frustación con falta de esperanza en el futuro por la incredulidad del presente. Aquellos que tienen la obligación de pilotar la salida de la crisis galopante en la que nos encontramos, dan la sensación de confiar en el tiempo, como la solución única, que suele dar dulce salida a las amargas dificultades. Olvidan la desesperación de los ciudadanos que tienen que sufrir los exasperantes recortes sociales. Recuerdan a Don Quijote en sus sabios consejos a Sancho. Le dijo: 'Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca'.

La ausencia de liderazgo y de credibilidad comienza a ser un drama nacional. Según el experto Warren Bennis el liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad, y eso se consigue a mi juicio, entre otras muchas virtudes, mediante algo no desdeñable, con la confianza, de la que andamos escasos hartos de embustes, porque la confianza engendra confianza. Las leyes de Murphy parecen perseguir a los dirigentes. Cualquier solución que adoptan entraña nuevos problemas y desde luego las cosas que dejan para que se arreglen por sí solas, tienden a empeorar. En cuanto se ponen a la faena de hacer algo, se dan cuenta de que hay otra cosa que debieron haber hecho antes.

El principio de Peter, aquel que en cualquier organización jerarquizada todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia, está instaurado en las altas esferas de responsabilidad europeas El propio Ortega y Gasset entendía que todos los responsables públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes.

-¡Majadero! -dijo a esta sazón don Quijote-, a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos, encadenados y opresos que encuentran por los caminos van de aquella manera, o están en aquella angustia, por sus culpas o por sus gracias; sólo le toca ayudarles como a menesterosos, poniendo los ojos en sus penas y no en sus bellaquerías'.

Ahora comprendo las ayudas a la banca y la petición del rescate.

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