Una desagradable mudanza

De cómo un simple traslado de domicilio en la ciudad de las Burgas se puede convertir en toda una desagradable odisea. Si además tienes la mala fortuna de tropezarte con un agente de la Policía Local que para decirlo de manera educada, 'no tenía el día'.
El pasado sábado 8 de mayo por la mañana realicé el traslado de todos los muebles y enseres desde mi piso anterior al domicilio actual. Para lo cual contraté los servicios de una empresa de mudanzas y obtuve los permisos reglamentarios.
Lo que quiero denunciar es mi malestar con el trato recibido por este individuo, quien se dirigió tanto a los operarios de mudanzas como a mí con malas formas, con tono de voz bastante elevado y con una actitud agresiva.
Todo intento de diálogo con él fue en vano, ya que no atendía a razones, sin tener la mínima opción de réplica. Como consecuencia se tuvo que recoger el camión sin haber terminado el trabajo. Ello supuso que algo que acabaría en diez minutos, se convirtiera en una hora más de trabajo, sin grúa y bajando el resto del mobiliario los cinco pisos por las escaleras. Eso sí que es facilitar la labor.
Con ello no quiero generalizar la actitud y comportamiento de este individuo con la labor de la Policía Local de Ourense, pero casos como éste (que los hay) dañan muy mucho la imagen de dicho cuerpo.

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