Soy vecino y propietario de una vivienda en la avenida de La Habana de esta ciudad. Me dirijo a esta alcaldía y a usted, señor alcalde, para exponerle mis quejas por su desidia y abandono para con sus vecinos.
Mi edificio tiene dobles ventanas para su insonorización, pero, desde hace unos cinco meses, debido al mal estado del firme de la calzada (cosa que entendemos en estos tiempos de penurias económicas), los ruidos que producen las tapas sueltas de los múltiples registros desde el cruce de la calle Curros Enríquez hasta la altura del número 28, son insoportables. Además constituyen un peligro para los coches.
Desde meses vengo presentando mis quejas ante la Policía municipal; ellos reconocen el problema pero no aportan solución alguna. Presenté en esa alcaldía un escrito a principios del mes de julio dirigido a usted, señor alcalde. No he obtenido contestación ni se ha resuelto el problema.
Esperaré un tiempo prudencial, pero si no hay solución tendré que dirigirme al valedor del pueblo o por vía judicial porque estos ruidos son continuos, y prolongados en el tiempo pueden ser causa de trastornos, que sería responsabilidad de esa alcaldía.
Desde meses vengo presentando mis quejas ante la Policía municipal; ellos reconocen el problema pero no aportan solución alguna. Presenté en esa alcaldía un escrito a principios del mes de julio dirigido a usted, señor alcalde. No he obtenido contestación ni se ha resuelto el problema.
Esperaré un tiempo prudencial, pero si no hay solución tendré que dirigirme al valedor del pueblo o por vía judicial porque estos ruidos son continuos, y prolongados en el tiempo pueden ser causa de trastornos, que sería responsabilidad de esa alcaldía.
