Estos días, el señor Gallardón está saliendo a la palestra con la reforma de la ley del aborto, y tras él salen comentarios de todo tipo.
El más paradójico es el del señor Cotino, presidente de las Cortes Valencianas, el cual pide que se obligue a las mujeres a ver las ecografías del feto antes de que se les practique un aborto; con eso piensa que las mujeres van a modificar su decisión (por cierto dura y difícil en cualquier caso), pero no pide que se le enseñe la ecografía a todos los empresarios de este país que cuando saben que sus trabajadoras están embarazadas, no les renuevan los contratos o las despiden y, en caso de tener un puesto fijo, no se le busca una adaptación al mismo como está recogido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Hace días conocimos la denuncia de varias enfermeras embarazadas que fueron suspendidas de contrato en el CHUO, por no tener un puesto donde ubicarlas. Resulta irrisorio pensar que en toda el área integrada de salud (AE y AP) no hay puestos de enfermeras para recolocarlas esos meses, ya que son situaciones provisionales.
Señores políticos, preocúpense por la realidad que nos rodea, no busquen cortinas de humo, no remuevan leyes que no les piden, céntrense, y ayuden a mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres embarazadas.
Hace días conocimos la denuncia de varias enfermeras embarazadas que fueron suspendidas de contrato en el CHUO, por no tener un puesto donde ubicarlas. Resulta irrisorio pensar que en toda el área integrada de salud (AE y AP) no hay puestos de enfermeras para recolocarlas esos meses, ya que son situaciones provisionales.
Señores políticos, preocúpense por la realidad que nos rodea, no busquen cortinas de humo, no remuevan leyes que no les piden, céntrense, y ayuden a mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres embarazadas.
