No hay mal que por bien no venga.
Con la imagen de crisis que ofrecemos al mundo (no hay más agujeros que apretarse) el COI ha dicho no a la presentación de Madrid como sede de los próximos juegos olímpicos. Otra cuestión bien diferente, junto con la crisis, son los graves escándalos de dopaje que han contribuido con la crisis a esa eliminación de España: es la lección ante quienes, con voluntarismo siguen empeñados en lavar la imagen de España que ellos mismos han manchado. Y puesto que algunos países han salido de la crisis, y que nosotros aún estamos en recesión, nos queda el consuelo de seguir trabajando: si con el 80% de lo realizado no nos han dado las olimpiadas, en las próximas que estará realizado el 120% no van a negarse. El sí o sí, parece seguro.