Doctor, ¿es la tiroides?

Las enfermedades crónicas, como son los trastornos asociados a la glándula tiroides, implican un gran número de recursos médicos, psicológicos y sociales. Su larga duración así como los cambios que provocan en la vida de estas personas hacen que se conviertan en un auténtico reto para quienes las padecen. En el caso de las enfermedades tiroideas hay un desafío añadido y son los síntomas tan particulares, difusos, donde los propios pacientes dudan hasta qué punto son consecuencia de su trastorno o no, incluso el médico puede confundirlos con otros más leves.
Cualquier persona de cualquier edad puede sufrir una alteración de la glándula tiroides. Las consecuencias que ello conlleva pueden ser minimizadas gracias a un diagnóstico precoz, por lo que se evitarían esos síntomas difusos como fatiga, cansancio, debilidad, apatía o tristeza, o bien el contrapunto como irritabilidad, ansiedad, nerviosismo o hiperactividad.

Como enferma crónica junto con mis compañeros, creemos que el conocimiento por parte de la población de las enfermedades de la tiroides brindaría una mayor comprensión y entendimiento a todos los que vivimos la cronicidad como una losa en nuestras vidas. Es una enfermedad que, a pesar de que es muy común, es una de las menos diagnosticadas, sólo lo están el 20% de las personas afectadas. Por ello queremos concienciar a la sociedad de que la detección temprana evita complicaciones y costes al paciente y a la Administración.

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