España es diferente

Tal vez lo sea por nuestra propia singularidad; lo cierto es que España sigue siendo el paraíso de cierto tipo de delincuentes (presuntos) a los que se les sigue tratando con una particular deferencia.
Hasta tal punto de que algunos de los más significados sospechosos hayan encontrado tan buen acogimiento en la Cámara Alta. Como siempre, duro quehacer el de la justicia española que sigue enfrascada en un laberinto de complicados intereses que nada tendrían que ver con la equidad, sino más bien con el dinero, o la política. De ahí que se produzcan esos milagros que dejan a cubierto a ciertos delincuentes. La sentencia a cadena perpetua al que fuera una de las estrellas de la política china Bo Xilai confirmando su implicación en graves casos de malversación, al tiempo que cierra el mayor escándalo de corrupción en el pais en muchas décadas deja sobre la mesa la persistencia de esa ambición desmedida de ciertos personajes que dificilmente suelen encontrar aqui su propia medicina ¿Nos estamos equivocando? Yo creo que en lo que aquí nos toca, es muy sencillo: estamos nadando en un río de m... y nos hemos enfangado hasta las rodillas. Mientras la mayoría de los países europeos van remontando la crisis nuestros dirigentes meten la cabeza bajo tierra. El Gobierno nada sabe, el Banco de España mucho menos. Y así hasta el ultimo ordenanza dando constancia de una preocupante amnesia colectiva, impregnados de corrupción hasta la médula. La Justicia sigue secuestrada. No hay mucho que añadir. Es con la ejemplaridad de la sentencia sobre Bo Xilai (cuya esposa también fue condenada a cadena perpetua como culpable del envenenamiento de un súbdito británico) la que nos podría orientar de cómo encauzar ciertas situaciones. Conclusión: hay que dragar el río.

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