No, no estamos en el 'limbo' ni en el seno de Abraham. ¿Por suerte, por desgracia? Y cómo sentimos no ver esos 'brotes verdes'. Cada vez, cada día, los brotes son más negros.
No nos creemos mentiras 'piadosas', mentiras 'prometedoras'. Como mi familia, muchísimas. Hijos sin trabajo, sin paro, sin horizontes claros. ¿Qué haremos? Ayudarlos para que subsistan. ¿Y cuándo no podamos?
Por favor, pónganse de acuerdo los unos y los otros y traten de ver que la Ley de Educación no sirve. Piensen que es otro fracaso. Que nuestros niños sean bien formados e instruidos debidamente. Más lectura, más comprensión, más aritmética. Menos aparatitos, ¿tanto artilugio, para qué? Eduquémosles para la vida. Los 47 años de docencia me han dado luces para ver lo conveniente. Todo, o casi todo, un verdadero desastre.
Perdemos lo que teníamos de antaño -bueno, entrañable- y en muchos ayuntamientos se están recuperando, limpiando, aquellos caminos romanos, aquellos entrañables 'carrouchiños' públicos. ¡Pú-bli-cos! Aquí no, se cierran, se aprovechan para estrecharlos con construcciones ilegales. Pasos imprescindibles se aprovechan en beneficio particular. Así, algún coche se cayó a las 'silvas'. Pero, tranquilos, más sonrientes y permisivos, si seres gaviota.
¿Qué más? El cableado puesto por balcones, por paredes, y ¡vaya que subidón el recibo de la electricidad! España es productora y exportadora y, por excelencia, Galicia, y nos doblan los recibos. ¿A dónde nos hacen tornar? A dos velas nos quedaremos.Moriremos de frío, de hambre, de pena esperando que llegue una 'primavera brotosa'.
Lo pedimos a todos los santos y lo deseamos todos. Queremos personas honestas, competentes, cercanas, que quieran y luchen por España y los españoles. Más honestidad, menos sueldazos y mucha más hermandad, humanidad, solidaridad.
También debemos compartir lo que podamos, con Filipinas, y dar gracias a Dios porque en nuestro país la naturaleza nos respeta y no sufrimos la pérdida de tantos hermanos.
'Cuando pienso en mí mismo, atrae mi atención sobre otras personas'.
Por favor, pónganse de acuerdo los unos y los otros y traten de ver que la Ley de Educación no sirve. Piensen que es otro fracaso. Que nuestros niños sean bien formados e instruidos debidamente. Más lectura, más comprensión, más aritmética. Menos aparatitos, ¿tanto artilugio, para qué? Eduquémosles para la vida. Los 47 años de docencia me han dado luces para ver lo conveniente. Todo, o casi todo, un verdadero desastre.
Perdemos lo que teníamos de antaño -bueno, entrañable- y en muchos ayuntamientos se están recuperando, limpiando, aquellos caminos romanos, aquellos entrañables 'carrouchiños' públicos. ¡Pú-bli-cos! Aquí no, se cierran, se aprovechan para estrecharlos con construcciones ilegales. Pasos imprescindibles se aprovechan en beneficio particular. Así, algún coche se cayó a las 'silvas'. Pero, tranquilos, más sonrientes y permisivos, si seres gaviota.
¿Qué más? El cableado puesto por balcones, por paredes, y ¡vaya que subidón el recibo de la electricidad! España es productora y exportadora y, por excelencia, Galicia, y nos doblan los recibos. ¿A dónde nos hacen tornar? A dos velas nos quedaremos.Moriremos de frío, de hambre, de pena esperando que llegue una 'primavera brotosa'.
Lo pedimos a todos los santos y lo deseamos todos. Queremos personas honestas, competentes, cercanas, que quieran y luchen por España y los españoles. Más honestidad, menos sueldazos y mucha más hermandad, humanidad, solidaridad.
También debemos compartir lo que podamos, con Filipinas, y dar gracias a Dios porque en nuestro país la naturaleza nos respeta y no sufrimos la pérdida de tantos hermanos.
'Cuando pienso en mí mismo, atrae mi atención sobre otras personas'.
