Gallardón, ministro de injusticia

Es una vergüenza que un ministro de Justicia confunda constantemente a la opinión pública. Esto lo hace aludiendo a convenios y derechos de las personas con diversidades funcionales para justificar la modificación de la hasta hace poco actual ley que regulaba el aborto. Esto lo hace a sabiendas de que el nasciturus no tiene el reconocimiento legal de persona si no de cosa y los convenios que regulan y manifiestan los derechos de las personas con diversidades funcionales se refieren a personas y no a cosas.
Dejemos ya de decir que en España se asesina a niños porque no es cierto. Los que quieran creer que la concepción depende de Dios, sea cual sea al que se refieran, perfecto, pero dejen al resto tomar las decisiones que crean que les correspondan. Leo frecuentemente muchas cartas de personas presumiblemente católicas que siguen a pies juntillas los dogmas actuales del catolicismo y que escriben en defensa del nasciturus, pues a ver para cuando una crítica hacia la curia que rige su religión por tantos pecados cometidos como la lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia o soberbia, El catolicismo en nuestro país adolece de falta de espiritualidad, es mundano y no trascendental.

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