LA GLORIETA DE LA CARRETERA DE VIGO

Claro que es necesario que esas glorietas de circunvalación existentes en algunos cruces de la ciudad se las dote de un complemento decorativo. En nuestra ciudad existen algunas que, cumpliendo bien el cometido para lo cual fueron construidas, no son sin embargo agradables a la vista al carecer de algún elemento, monolito, estatua o pedestal, que no sólo la haga un poco significativa, sino que sea referente para señas, lugares, direcciones, situaciones etcétera.
Pasó la moda de colocar una fuente en el redondel, aunque si pensamos bien, el agua es lo más relajante, además de lo más socorrido y vistoso. Había poco que pensar para los proyectistas que no fuese mas allá de la altura de los chorros o las formas del líquido emergente. Sin embargo, estoy sorprendido de la 'decoración' de la glorieta de entrada de la carretera de Vigo en la margen derecha del Puente Novísimo (no del Milenio). Supongo que la decisión de pronunciarse por algo así el Concello, habrá sido como consecuencia de un concurso de proyectos, pero si he de dar mi opinión tengo que decir que lo que nunca pasaría de moda (y los tubitos de colores sí), es una estatua, pedestal, monolito, etcétera. Construido con el maravilloso granito que tenemos en la provincia, que representase algo de los muchísimos motivos que podríamos encontrar significativos de nuestro pueblo y esculpido por alguno de los magníficos tallistas de la piedra que también tenemos.

En la glorieta a la cual nos referimos se ha pretendido realizar algo moderno utilizando tubos de acero y chapa, es decir, el realce del redondel, basado en distintas formas más o menos combinadas, eso sí, con la innovación de las vainas de colorines para darle un poco más de alegría; pero sin embargo se han quedado enanos los muñecos de chapa si los comparamos con las dimensiones de la plaza. Mucho diámetro no en consonancia con tan pequeñas figuras.

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