gracias don gerardo

El 25 de abril don Gerardo Sueiro complía cien años. En La Región, su sobrino Gonzalo nos daba a conocer su biografía y currículum como médico y militar. Yo quiero testimoniar algo que me afecta personalmente: fue compañero de mi padre. Estuvo con él en Alhucemas, en el frente de Asturias y Teruel, donde falleció un 29 de diciembre de 1937. Fue él quien recogió la documentación, la alianza... que hizo llegar a mi madre. No hubo más relación.
Terminada la guerra, sabíamos que estaba de director del hospital militar. Él sabía que vivíamos en Allariz. Ya casada y con residencia en Ourense, decidí conocerlo. Me presenté a él, me di a conocer al mismo tiempo que requería sus servicios como médico para mi madre y mi tía. El encuentro nos impactó por los años que habían transcurrido y circunstancias especiales. Las visitaba con frecuencia. Sus visitas eran también tertulias en las que nos contaba vivencias de la guerra y de mi padre que no hubiéramos sabido por nadie más. ¡Cuánto se lo agradezco!

Ya fallecidas, seguí en contacto con él. Cumplimentadas las recetas, surgía la charla sobre cualquier tema. Lo atendía con avidez y regresaba admirada de su perfecta dicción, de sus conocimientos y sabiduría, de su claridad en la exposición. ¡Qué buen médico, qué buen maestro, qué buen pedagogo! ¿Herencia? Hoy con sus cien años todavía conserva sus buenos 'modos y decires', su sonrisa y paz en el rostro. A la felicitación que hice personalmente en su día, añado esta nota como prueba de mi gran afecto y mi gran agradecimiento.

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