Impotencia e incompetencia

Pienso que cuando hacemos una referencia al tráfico de cualquier ciudad, en seguida nos vienen a la mente los atascos, las horas perdidas para llegar a nuestro destino, las dobles filas, terceras filas, los bocinazos, malos modos, etcétera. Cierto, y en la mayoría de los casos el conductor siente impotencia cuando se ve atrapado en dicha circunstancia, sólo le queda paciencia y esperar que poco a poco pueda ir saliendo de donde se metió. Y en este caso me estoy refiriendo a Ourense ciudad.
No salgo de mi asombro e incredulidad como se puede llegar a ser tan incompetente para dar respuesta a la situación del tráfico en la ciudad. Claro está que si nos fijamos en la actitud de algunos agentes empezamos a tener las respuestas que buscamos. El día de Nochebuena, en el entorno de la Plaza de Abastos número 1, en la cuesta del Rianxo, era un auténtico caos, coches en doble fila, otros en las intersecciones de los cruces. Advertidos por mí, dos agentes que se encontraban en la zona y a plena carcajada de que en dicha cuesta había coches en doble fila entorpeciendo la fluidez del tráfico, su respuesta fue ‘circule, ande circule’. Ni se inmutaron, ellos a lo suyo, golpe de pito a ver quién lo hace más rápido. Pero este caos de circulación no sólo es motivado por que algunos policías ‘pasen’ de sus responsabilidades y uno se encuentre con las paradas de bus ocupadas, originando que los autobuses paren en medio de la calzada, o que se vaya por multitud de calles, ejemplo Avda. Buenos Aires y vea que más que una calle es una carrera de obstáculos.

Pero no sólo la responsabilidad está en los agentes; evidentemente que tanto quien tiene la responsabilidad en la Policía Local, como a nivel político, hay también una incompetencia manifiesta a la hora de tomar decisiones.

Cuesta ver policía en los cruces a las horas o momentos conflictivos, con la anterior Corporación estaban todos juntos como setas en el centro, pero ahora ni eso. Y es evidente que no sólo con más policía se resuelve el problema. Si no hay capacidad, si no hay quien sea capaz de afrontar dicha situación desde el conocimiento, y dar un giro de 180 grados a esta situación nos encontraremos que cuando surge un problema grave como el acceso centro y el caos que puede generar, lo único que saben hacer es pasarse la pelota de la culpa unos a otros. Lo dicho, los ciudadanos seguiremos impotentes mientras sigamos teniendo los incompetentes que tenemos.

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