EL INDULTO A DON BENIGNO MOURE

Hace ya algún tiempo que quería haber escrito sobre el indulto a Don Benigno Moure, sacerdote que, en los tiempos en que nadie se acordaba de los ancianos más que las monjitas de los asilos, fue pionero en lo que a la ley de dependencia se refiere.
Si hoy me decido a escribir sobre esto es debido al ingreso en prisión del sacerdote, por lo que quiero decir en primer lugar que no conozco a esta persona, y segundo, que yo, que como muchos hijos o sobrinos de hoy en día, no tenemos sitio adecuado en casa para atender a nuestros mayores, tengo a mi padre en una residencia privada, que no pertenece a la Fundación San Rosendo, donde se está gastando todos los ahorros de su vida y que cuando le sea reconocida la famosa ley de dependencia, se gastará su pensión y como no le llega, el resto lo pagarán todos los contribuyentes. Seguramente algún lector piense que para eso ha estado cotizando y pagando, y no le quito la razón, pero cuando todavía no existía la famosa ley de dependencia, ni la Consellería de Igualdade ni todas esas zarandajas, alguien se tenía que hacer cargo de esas personas mayores a las que no podíamos tener en casa, y para eso se necesitaba crear centros y uno de los que se dedicaron a esto fue el sacerdote señor Moure a través de la Fundación San Rosendo.

No voy a decir aquí la cantidad de chapuzas que tendría que hacer esta persona para conseguir licencias, recalificaciones de terrenos, permisos y demás cuestiones necesarias para llegar a formar la red de residencias y centros que tiene la Fundación. Dicen que estamos en un estado de derecho donde las sentencias han de ser acatadas, pero los indultos se conceden según convenga y en este caso no convenía quizá por ser sacerdote , quizá por revancha de algún sindicato, o quizá por no pagar la mordida en su momento a algún político de turno.

El caso es que mientras todos conocemos las mismas chapuzas hechas por políticos que no sólo se han librado de la cárcel si no que no han tenido que devolver lo que se han llevado porque no hay forma de demostrarlo, a don Benigno Moure lo han pillado porque un sobrino que no podía atender a su tía lo ha denunciado por algo que la ley de dependencia debería recoger en un artículo: 'si al dependiente no le llega con su sueldo de jubilado para pagar los gastos en una plaza de residente y tiene alguna posesión material, se cobrará de ahí el resto de su gasto'. Esto que hoy parece una barbaridad y por lo que fue condenado el fundador de San Rosendo, no tardará mucho en realizarse debido a la crisis y debido a la injusticia que es que tengamos a nuestros padres, tíos y demás familiares en una residencia a donde vamos de visita cuando podemos, y cuando fallecen heredemos lo que nos dejan.

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