Un kilómetro vergonzoso en la N-525 Cuando hace más o menos un año comenzaron las obras en la costa de Taboadela en la N-525, que se prolongaron hasta Allariz, con la inclusión de un paso subterráneo y dos rotondas, todos los automovilistas que a diario circulamos por ese tramo nos las prometíamos muy felices dado que las obras incluían un nuevo asfalto.
Pero la felicidad no es del todo completa porque en el citado tramo quedó sin asfaltar de nuevo un trozo de más o menos un kilómetro vergonzoso, que ya entonces era el que estaba en peores condiciones, y que a día ya no tiene ni asfalto sino pegotes, dando la impresión de que el automovilista circula más por un pedregal que por una carretera nacional.
¿Pero es que no hay nadie en las filas de los socialistas ourensanos, que tanto presumen de tener mando en plaza, que le manden un recado a la ministra del ramo? Son como todos, ganadas las elecciones, al pueblo...
