Mandato Constitucional para soñar

Dedicado a todas aquellas personas que todavía conocen el valor de los sueños, a los que dejaron su legado por escrito, un don para los eruditos que descifran las claves de la felicidad. Los sueños deberían ser un mandato constitucional, un derecho-deber de todo ser humano. Su incumplimiento tácito u expreso son lágrimas de piedras y sonrisas de hojalata, que todo el mundo aplique este derecho. Yo sí...
'Tu cabeza reposa en mi pecho, mis manos revolotean tus sueños, temores, el mundo se para en mi corazón. Tu cabeza no siente, te abandonas en la nada, sólo una dulce mezcolanza de pasión y sosiego apacigua tu deseo. Te dejas ir, como cometa a merced del viento que dibuja en el cielo el corazón de la esperanza. Tu boca; es mi boca, tus caricias, un manto de estrellas; tu cuerpo es mi pasión, y tu alma es la que amo. Mira al cielo, y deshoja estrellas, pregúntale qué nombre mora en tu boca, qué corazón late junto al tuyo, y sólo si ese fleco despuntado es brillante, nuestra historia está escrita en el firmamento, rubricada con el sello de un beso. Búscame, no dejes mi alma en libertad, acaríciala con dedos de pianista, tocando partituras de amor. Sella mi destino con lágrimas de seda, hilvana tu razón a la mía, solo así seré como el tiempo, infinito cada mañana, en cada beso robado. Los días pasan, y el manso de tú corazón clama por un nombre, un nombre escrito en la página de tu libro. El poder de las letras es infinito; el recuerdo, un retazo de papel, y tu amor, mi sentido. Desborda de besos mi boca, recréalos con la yema de los dedos, pinta un lienzo que perpetúe tu morada. La suma del tú y yo es el infinito de nuestras miradas, una caricia, el paréntesis de la nada. Espero tu amor, en ese rincón de la alcoba postrada en tu recuerdo, anhelando caricias apaisadas'.

DEDICADO CON CARIÑO A JORGE A.

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