Protesto con toda mi energía y no acepto que nos llamen analfabetos funcionales. Creo que sí sabemos interpretar un texto de cualquier publicación periódica y si no interpretamos correctamente, por ejemplo el recibo de la luz, es por la sencilla razón de que las compañías eléctricas los elaboran para que nadie los pueda entender y de esta forma nadie pueda formular reclamación alguna a sus desmanes.
Tampoco se puede aceptar que se nos diga que no han bajado los salarios; que se lo pregunten a los empleados públicos que han visto como su poder adquisitivo ha disminuido un 25% en los últimos tres años, o que se lo pregunten a los parados que han visto reducido su salario en un 100%.
Es despreciable el mensaje que se nos transmite diciendo que las pensiones van a ser revalorizadas en el futuro. Es tratar de imbéciles a los pensionistas, los cuales perciben como el poder adquisitivo de su pensión venidera será cada vez de menos cuantía.
Quién esto afirma descaradamente lo hace desde un sillóno con una buena retribución, con ingresos superiores a 5.000 euros mensuales, que tiene garantizada la pensión máxima por permanecer en el sillón unos muy pocos años, que tiene garantizada una recolocación laboral con ingresos sustanciosos, pero que ignora o quiere ignorar la cruda realidad de millones de pensionistas, de los empleados públicos, de los parados, de los futuros jubilados, que ven como en forma de goteo permanente, año tras año, pierden calidad de vida tanto sanitaria como de atención social. En definitiva, que son muy caros para este sistema economicista que se olvida de las personas y de sus necesidades básicas.
Es despreciable el mensaje que se nos transmite diciendo que las pensiones van a ser revalorizadas en el futuro. Es tratar de imbéciles a los pensionistas, los cuales perciben como el poder adquisitivo de su pensión venidera será cada vez de menos cuantía.
Quién esto afirma descaradamente lo hace desde un sillóno con una buena retribución, con ingresos superiores a 5.000 euros mensuales, que tiene garantizada la pensión máxima por permanecer en el sillón unos muy pocos años, que tiene garantizada una recolocación laboral con ingresos sustanciosos, pero que ignora o quiere ignorar la cruda realidad de millones de pensionistas, de los empleados públicos, de los parados, de los futuros jubilados, que ven como en forma de goteo permanente, año tras año, pierden calidad de vida tanto sanitaria como de atención social. En definitiva, que son muy caros para este sistema economicista que se olvida de las personas y de sus necesidades básicas.
