EL MUNDO AL REVES

Se dice, aunque muy pocos lo creen, que el presidente Zapatero ha decidido no concretar ni materializar ninguna reforma, y menos de ámbito laboral, que pueda perjudicar al candidato Rubalcaba, cuyo interés pasa por no incordiar a las organizaciones sindicales y menos aún al sindicato amigo UGT.
El Gobierno sólo admitirá una negociación colectiva que garantice la seguridad de las condiciones de los trabajadores. Asume que es necesaria, pero sin que afecte a otros aspectos que pudieran deteriorar el diálogo social, es decir, sin profundizar demasiado en la citada reforma. Los socialistas se niegan a pactar enmiendas que puedan molestar e inquietar 'a los votantes de izquierda', aunque se perjudique a todo el país.

Curiosamente, el Banco de España, está demandando una reforma en profundidad que nos acerque a los postulados que rigen en la UE. Se han realizado cambios serios menos en empleo, y así es imposible superar la crisis. El marco legal de nuestra legislación laboral es obsoleto, impuesto por los sindicatos y las permanentes cesiones, de ahí que el desempleo esté alcanzando cotas insufribles. Obviamente, si este es el método para proteger a los trabajadores? ¡aviados estamos!

Zapatero ya no niega estar totalmente entregado a las exigencias de Rubalcaba, que es quien marca los tiempos, define el plan a seguir y cursa las correspondientes órdenes. ZP ya navega entre lo sobrante y lo innecesario. Tal ridículo crece por días e incrementa la pérdida de votos por parte del PSOE. Juega a la política ficción y su esperpéntica actitud abochorna a propios y extraños.

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