n n nRidícula paradoja y, sin embargo, la base del modelo económico que rige nuestro planeta.
Cualquier individuo por ínfimo que sea su raciocinio, sabe que ningún organismo, estructura o sistema puede crecer indefinidamente. Pues extrañamente algunos seres humanos se empeñan en no aceptar su sino. Los poderosos y sus sirvientes creen no estar bajo las leyes de la lógica. Al parecer, tampoco son dados a repasar la historia. Pues el hecho de que el capitalismo se mantenga es y ha sido siempre gracias a las crisis, que han permitido un retroceso para volver a empezar y seguir creciendo. No me malinterpreten, no estoy defendiendo el maltrecho régimen económico, simplemente pretendo explicar el modo en el que sobrevive. Ahora se asustan ante la amenaza de recesión.
La recesión no es más que un intento de equilibrio, no es más que el objetivo de cualquier sistema. Agite usted un vaso de agua y su contenido tenderá siempre al reposo. Pues no, estos señores pretenden que la marea siempre crezca, que los árboles nunca dejen de elevarse, que las flores no se marchiten, que los pozos de petróleo siempre manen; supongo que también se sentirán inmortales. Todo sistema tiende al equilibrio pero nuestra sociedad vive en, por y para el desequilibrio. Mercaderes, especuladores, banqueros y políticos quieren aplicarnos las teorías del caos, olvidando intencionadamente los capítulos del orden. No he necesitado hablar de ética, justicia o equidad. Con la lógica me basta para saber y demostrar que están equivocados.
La recesión no es más que un intento de equilibrio, no es más que el objetivo de cualquier sistema. Agite usted un vaso de agua y su contenido tenderá siempre al reposo. Pues no, estos señores pretenden que la marea siempre crezca, que los árboles nunca dejen de elevarse, que las flores no se marchiten, que los pozos de petróleo siempre manen; supongo que también se sentirán inmortales. Todo sistema tiende al equilibrio pero nuestra sociedad vive en, por y para el desequilibrio. Mercaderes, especuladores, banqueros y políticos quieren aplicarnos las teorías del caos, olvidando intencionadamente los capítulos del orden. No he necesitado hablar de ética, justicia o equidad. Con la lógica me basta para saber y demostrar que están equivocados.
